25 cosas paganas sobre mí

Juré y perjuré que nunca haría un tag de este tipo… pero rompo mi promesa esta vez por mi queridísima Dandelion, que ha involucrado en este tinglado a todo el Universo conocido y a parte del Universo por conocer (hola, Dande, esto va por ti). Así que no me extenderé más. Ahí van 25 cosas paganas sobre mí:

  1. Mi madre me enseñó a echar las cartas con ocho años, y ese fue mi comienzo en todo esto. Lo fuerte es que ella empezaba a la vez que yo, pero es una cartomante estupenda, y ya lo era aunque no supiera mucho de la teoría. Se guiaba por su intuición, la tía. Qué crack.
  2. De pequeña veía espíritus de difuntos y, aunque intentaba convencerme de que no eran reales, siempre supe que estaban ahí. Con el tiempo, mi madre me lo confirmó. ¿Veis? Es una crack.
  3. La baraja con la que aprendí a echar las cartas, que es la baraja de mi madre, es un Tarot Balbi. Ahora está descatalogada.
    Hace cuatro años conseguí una baraja igual a la de mi madre, de segunda mano, en sorprendentes buenas condiciones y, lo que es mejor, ¡a buen precio! El coste actual de estas barajas de segunda mano ronda los 200 euros, yo la conseguí a un cuarto de esa cantidad. Estaba destinada a mí.
  4. Me llevaba las cartas de mi madre sin que ella lo supiese y las echaba en el recreo en el colegio, a cien pesetas la tirada. Con el dinero que conseguí de las tiradas me compré mi propia baraja con catorce años, una Rider-Waite de toda la vida.
  5. De muy pequeña (dos o tres años) tenía amigos imaginarios que me contaban sus historias. Un día me dijeron que no contara nada más, porque mis padres se asustaron un poco cuando dije que mi amiga Fulanita había muerto en un accidente de coche, y mis amigos imaginarios consideraron que podía acarrearme problemas el hablar de ellos. Mi madre, que quiso racionalizar la historia, interpretó que me hacía falta contacto con otros niños y me apuntó a la guardería, pero mis amigos imaginarios no se fueron con el contacto con otros niños y duraron hasta los siete años. Un día me dijeron «nos vamos, pero si nos necesitas, di esta palabra y volveremos» (y me enseñaron una palabra). No he vuelto a hablar con ellos desde entonces.
  6. Mi abuela materna creía que el tener amigos imaginarios me auguraba una carrera exitosa como escritora. Nunca pensó que acabaría escribiendo de estos temas (se inclinaba más por la ficción la buena mujer).
  7. Me esforcé mucho en ser cristiana y en tener verdadera devoción durante años, pero adorar al Dios cristiano no me salía. Con quince años me declaré agnóstica, porque creía en la magia y ya había experimentado con ella.
  8. Hice mi primer hechizo con catorce años, un hechizo de amor, porque quería enamorarme. Salió bien pero el efecto no fue el esperado: la otra persona no se enamoró de mí. Pagué la novatada de no ser muy explícita al pedir las cosas.
  9. Mi primer libro de Magia fue de Papus. No entendí ni la mitad. Era muy cría y no tenía nivel para hacerlo.
  10. Vivía en la sección de Esoterismo de las librerías. Era como el Internet de ahora, pero con olor a libro nuevo. ¡Qué delicia!
  11. Me compraba los libros de temática esotérica con la paga semanal que me daban mis padres, y mi madre luego los «heredaba». Fuimos a la par en muchos aspectos, aunque ella no se convirtió al Paganismo. Hoy día sigue siendo cristiana, aunque eche las cartas.
  12. Mi abuela era brujilla cristiana. Creía en San Antonio y le rezaba para cualquier cosa: para encontrar objetos perdidos, para saber respuestas a preguntas… fue mi abuela la que me empujó, sin saberlo, a preguntarme si había algo más, como entidades que intercedieran por los humanos y les ayudaran en su día a día.
  13. Con dieciséis años, estaba en Catequesis (estudiaba en un colegio católico de monjas) y nos pusieron a meditar. Fue muy especial porque sentí una llamada fuerte de una Divinidad, pero no era Jesús, ni Dios Padre, y no sabía identificarla. La monja me vio muy concentrada, porque efectivamente observó que algo había hecho «click» en mí, pero cuando me preguntó si había encontrado a Dios, le dije que no. No le dije del todo la verdad: lo había encontrado, pero no era como ella pensaba.
  14. Me enamoré de la Astarté del Carambolo con once años, la primera vez que la vi en el Museo Arqueológico de mi ciudad, Sevilla. Pensé que sería muy chulo poder rendirle culto en estos tiempos modernos. Sigo enamorada de ella perdidamente.
  15. Me topé con la palabra Wicca sobre el año 2000, en un libro sobre Historia de la brujería. Me quedé alucinada porque no podía creer que existiera tal cosa. Tenía dieciocho años.
  16. Estuve investigando sobre sociedades secretas durante un tiempo antes de empezar en Wicca. La que más me llamó la atención fueron los Rosacruces. Un día, estaba en la biblioteca, estudiando, y se sentó a mi lado un señor mayor que llevaba un montón de monografías de dicha Orden. Me leí todas las que él se leyó, por el rabillo del ojo. Creo que se dio cuenta, pero no me dijo nada.
  17. Entré en la tradición correlliana de Wicca en 2003, no había nada en español, así que hice todos mis estudios en inglés a través de witchschool.com. Me inicié en primer grado en 2004, fundando el Templo de Brigit ese mismo año. Luego me inicié en segundo en 2007, en tercero en 2012, y llegué a Elder en 2015. Dejé la tradición voluntariamente en 2018. He iniciado a bastante gente por el camino y podría decir que casi todo el mundo correlliano español ha tenido algo que ver conmigo, bien le he dado clase directamente, bien he dado clase a alguien que le da clase. Actualmente tengo muchos amigos dentro de dicha organización y tengo una relación excelente con sus Cabezas.
  18. He traducido varios libros de Wicca al español, así como he hecho de intérprete en programas de radio de la misma temática. Los materiales impresos actuales de la tradición correlliana en español (que se venden en su tienda) son los traducidos por mí, así que he dejado mi legado. 🙂
  19. Soy muy espartana en mis costumbres y no hago muchas colecciones de cosas paganas. Tengo las herramientas que considero justas y confieso que de vez en cuando me «posee» el espíritu de Marie Kondo a lo wiccano, y dono o tiro muchas cosas.
  20. Hoy en día me considero caminante de mundos y bruja. Aunque podría decirse que soy wiccana porque sigo la moral Wicca. Sin embargo, mi práctica tiene mucho de chamánica, ya que tengo muchísima facilidad para viajar entre mundos. Hay quien me comenta que soy una wiccana rara, porque soy panenteísta, porque lo mezclo mucho con chamanismo transcultural y porque me considero bastante flexible al respecto de muchas cosas, tipo correspondencias. Creo que he conseguido hacer una práctica muy mía y siempre digo que eso es lo que realmente importa.
  21. Me guío mucho por mi instinto, pero a la vez soy muy científica en mis experiencias con el «Otro Lado». Esto significa que todo lo que vivo o trabajo, lo contrasto, por un lado con libros y documentación, por el otro con personas que sé que trabajan de la misma forma que yo (o de una forma parecida). Tengo un círculo interno de personas de confianza con las que trato este tipo de temas, y con las que contrasto mis experiencias, si sé que están trabajando en algo similar.
  22. En este momento tengo devociones con cuatro diosas y un dios. Todas estas divinidades son mis «amigas» del Otro Lado. También trato mucho con mis Guías Espirituales y animales de poder, a quienes acudo cuando necesito consejo.
  23. Como Sacerdotisa Hierofante de FOI me consagré a Brigit, Astarté y Morrigan. Brigit es mi diosa patrona de toda la vida, Morrigan vino a mí en un momento de mucha necesidad, y Astarté es mi amor desde la preadolescencia (por lo que comento arriba de la Astarté del Carambolo).
  24. Me siento muy unida a Irlanda y al panteón irlandés, de hecho descubrí recientemente que tengo Ancestros de ese país. No obstante, no soy fiel a un único panteón. Soy muy ecléctica en mi culto, ya que nací en el Sur de España y aquí hay muchas influencias diferentes en juego. Creo que reflejo bastante la realidad del territorio en el que nací.
  25. Amo los mitos y me paso el día repasándolos. Me gusta llegar al fondo de todo y ver patrones en mitologías de culturas distintas, pero que están relacionadas por algún tipo de migración o influencia. Leo mucho en idiomas extranjeros, lo cual ayuda.

Podría hablar de mil cosas más, pero por hoy lo dejo aquí. También hay que dejar un poco de misterio.

No voy a «castigar» a nadie con este tag, pero me encantaría que lo hiciera (si no lo ha hecho ya) mi amiga Alma Luna de Alma de Cristal.

2 thoughts on “25 cosas paganas sobre mí

  1. Me encanta que te hayas «arriesgado» con estas 25 cosas sobre ti. Me siento muy identificada con muchas de ellas, cosa que alegra mi corazón. Gracias por compartirte con tanta honestidad. Un saludo.

  2. Me alegro un montón de que te animaras a hacerlo, sobre todo para que la comunidad te conozca más de cerca, y sepan como eres como persona mágico-espiritual. Ha quedado genial y la verdad es que has plasmado totalmente a la Harwe que conozco. Pienso que es importante expresar de donde venimos, y el camino que hemos recorrido, para que los demás nos entiendan mejor.

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