Quienes me conocen saben que encuentro gran parte de la inspiración para hacer casi de todo en la música. Y esta mañana me he sorprendido a mí misma cantando una canción muy antigua de Janet Jackson. No soy una gran fan de Janet, pero me regalaron uno de sus CDs por mi 16 cumpleaños, cuando me consideraba rapera y escuchaba rap y R&B a todas horas mientras vestía pantalones anchos (todos tenemos un pasado). Recuerdo poner el CD y escuchar esta canción, cuyo estribillo dice en español:
Tienes que querer decir lo que dices,
Tienes que decir lo que quieres decir,
Intentar agradar a todos,
Satisfacer tus propias necesidades.
Mírate en el espejo, amigo mío,
No habrá mentiras que decir entonces,
Señalando con el dedo de nuevo,
No puedes culpar a nadie salvo a ti mismo.
Leo a muchos paganos intentar contentar a los demás y no a sí mismos. Gente que sigue los mismos comportamientos una y otra vez, por ganas de tener seguidores en un blog. Hace mucho que me di cuenta de que la palabra «Wicca», por ejemplo, está de moda. Hay mucha gente que se llama a sí misma wiccana por necesidad de encajar en un grupo o de ganar las simpatías de determinadas personas. Por el contrario, hay personas que reniegan del mismo término porque consideran que tiene connotaciones peyorativas dentro del ámbito de las religiones paganas: el consabido «en la Wicca todo vale y eso a mí no me parece serio», sin tener en cuenta que en la Wicca existen tradiciones para las que no todo vale. Son ganas de encajar, tanto por una parte como por la otra, porque somos seres gregarios. Y además le damos muchísima importancia a los términos, creo que a veces demasiada. Quiero decir, está genial denominarse cosas, pero en este momento de la historia es muy complicado denominarse algo fijo, debido a la mezcla que tenemos y a la gran influencia de unas corrientes sobre otras.
Creo que lo importante aquí es encontrar uno su propio rincón de tranquilidad espiritual. Se nos ha enseñado tradicionalmente que hay que buscar la aprobación de los demás, que lo importante es seguir la estela de los otros y que no hay que ser egoísta. Pero resulta que un camino espiritual es lo más egoísta del mundo. Buscamos nuestro propio camino porque es nuestro, no porque pertenezca a otros. Nos etiquetamos para nosotros mismos, no para diferenciarnos ni para igualarnos a otros. Nos tiene que hacer felices a nosotros, no darnos aparente poder frente a los demás o justificar que tengamos opinión. Con etiquetas o sin ellas, todos tenemos opiniones. Con etiquetas o sin ellas, nos hemos embarcado en un sendero que no hacemos por la comunidad, sino que lo hacemos para nosotros. Otra cosa es que nuestra corriente sea orientada hacia fuera, y que tenga un compromiso con la comunidad por determinadas ideologías. Pero al final esa actividad hacia fuera debe estar diseñada para llenarnos a nosotros hacia dentro, como personas. Es un servir hacia fuera que se refleja hacia dentro. Igual que seguir nuestro propio camino, no seguir el de otros, que es de lo que se trata. Incluso veo a gente elegir nombres de determinada forma porque hay alguien a quien admiran que se llama así (cuando yo era más jovencilla había Ravenwolfs por todas partes). ¿No es más fácil hacer y llamarse como uno quiere, seguir el camino que uno quiere y tener lo que uno quiere? ¿Realmente pensamos que estamos siendo altruistas de esta forma? ¿O en realidad nos aborregamos? ¿Qué más dará identificarse con el endogrupo o el exogrupo, o creerse al mismo nivel de X (que pensamos que es la repanocha), cuando en realidad de lo que se trata de ser uno mismo y buscar lo que uno mismo necesita?
Como siempre, me hundo en mi burbuja pensativa, que es lo que pega en estas fechas que estamos pasando en el Hemisferio Norte (está a punto de llegar Mabon) para sumirme en la reflexión sobre qué aspectos de mi camino estoy haciendo para mí, y qué aspectos hago exclusivamente por y para los demás. No para dejar de lado el trabajo hacia los demás, sino para satisfacer mis necesidades con ello y buscar lo que a mí me llena del contacto con la gente. Por ejemplo, asumo que escribo para mí y no para otros, aunque lo ponga en público, y eso lo tengo muy claro desde el minuto uno. Pero creo que otros aspectos de mi vida pagana serían más sencillos y beneficiosos, y sí, totalmente egoístas, si me centrara en las cosas que me llenan y no tanto en las que hago para quedar bien. Al final, si sigo la visión un poco hipócrita de que hago las cosas por los demás, cuando llegue el momento de mirarme al espejo, como en la canción de arriba, no tendré a nadie a quien culpar de mi posible insatisfacción en mi camino espiritual, salvo a mí. ¿Y tú? ¿Llevas un camino espiritual que te llena, o buscas la aceptación de los demás?
Hola querida Hawer 🙂
Dice que escribe solo para ti ,pero stambién escribe para nosotros tus lectores quien como yo se identifica muchas veces con tus palabras ,reflexiónes y comentario.
Respondiendo a la pregunta en mi caso me siento completamente llena con el sendero espíritual que elegi ,no soy de las que se lleva de lo que piens o cree lo demas después de todo ante de hacer feliz a los demas debo hacerme feliz a mi misma. Claro que hay personas que por el que diran o pensaran de el se acatan a las creencias o opiniónes de otro.
Saludos y bendiciones:)