Aunque es cierto que todos aprendemos al menos un idioma durante nuestra vida, no todo el mundo tiene la posibilidad de aprender una segunda lengua. Es por esto que existen traductores que hacen la vida más fácil a aquellos que quieren aprender Wicca, traduciendo por encargo de una editorial los libros que existen en el mercado sobre esta temática. Sin embargo, nos encontramos con un difícil escollo a la hora de distinguir cuándo una traducción es correcta o no lo es, principalmente porque el lector que se acerca a un libro que trata sobre Wicca normalmente no se ha leído el libro en su idioma original. Esto puede llevar a muchos problemas si la traducción no es correcta, no sólo de entendimiento por parte del lector, sino también a nivel de creencia.
¿Por qué son importantes las traducciones?
La traducción al español de textos paganos de la categoría «La danza espiral» de Starhawk o «La Biblia de las brujas» de los Farrar a finales de los años 90 y principios de este siglo abrió las puertas de la Wicca a muchos hispanohablantes que deseaban saber más sobre las religiones neopaganas, más concretamente sobre la Wicca. La traducción de éstos y muchos otros textos ha servido como punto de inflexión a todos los que somos practicantes de estas religiones para conocer y saber más, así como para poder empezar a practicar o a investigar.
Traducir es importante para dar a conocer, para ayudar a los que necesitan el material en su lengua materna, porque no todo el mundo tiene la posibilidad de leer en un idioma extranjero. Esto es aplicable no sólo a los libros de Wicca sino a cualquier obra literaria.
Los contras de las traducciones actuales en libros de Wicca y esoterismo
Hay muchos autores de Wicca y esoterismo que escriben en lenguas extranjeras, especialmente en inglés. Es especialmente remarcable el caso de la editorial Llewellyn, creada por Carl Llewellyn Weschcke, que publica y difunde en Estados Unidos una gran cantidad de libros relacionados con estos temas, y que en los últimos años ha permitido la compra de los derechos de traducción y distribución por parte de otras editoriales extranjeras, que los han traducido y distribuido en los países de habla hispana. Incluso la propia Llewellyn estuvo publicando libros en español durante un tiempo. Estas editoriales especializadas extranjeras tienen una gran cantera de autores que son los que actualmente están aportando más a la Wicca mediante sus obras.
Los libros que tienen más éxito en el mercado estadounidense suelen ser los que se traducen al castellano. Por tanto, he ahí la primera llamada de atención: son libros que están hechos para ser vendidos. ¿Hasta qué punto son un producto de marketing o son libros realmente buenos? Eso lo tendrá que decidir el lector, pero teniendo en cuenta que a esta parte de la comunidad wiccana sólo viene lo que está traducido y por tanto es comercial, no podremos nunca llegar a distinguir una obra azucarada y vendible de una obra realmente buena. Como ejemplo de esto, la autora Patricia Crowther (sacerdotisa gardneriana, muy conocida en los círculos anglosajones) tiene libros muy interesantes, si bien actualmente creo que ninguno de ellos se encuentra traducido al español. Es un ejemplo de material fiable que no se traduce por no llegar a un número de ventas en particular, y que, por tanto, no llega al público hispanohablante, causándole un perjuicio en su creación de criterio, tan necesario en la literatura que manejamos.
Por otro lado, la ausencia de referencias en el idioma original deja totalmente falto de criterio al lector que intenta interpretar un poema o una directriz, al no tener para comparar. Tal es el caso de la Rede Wicca, traducido en casi todos los textos como «Haz lo que quieras, a nadie dañes», mientras una traducción más fiel podría ser «Mientras a nadie dañe, haz tu Voluntad» («An it harm none, do as thou wilt»). El significado de la Rede cambia totalmente de una traducción a otra: mientras que la versión más conocida y difundida actualmente pone más énfasis en hacer lo que se quiera y pone como imperativo no dañar, el significado original dice que se debe hacer la Voluntad (referido a realizar la verdadera Voluntad del Ser, un concepto muy de moda en tiempos de Gardner por influencias de otras órdenes mistéricas de corte ocultista) mientras con ello no se dañe a nadie. En ningún momento se dice «haz lo que quieras», sino que se refiere a una verdadera realización y crecimiento del ser humano. La Rede en inglés lleva implícitos el crecimiento y el autoconocimiento, mientras que en español hace referencias a otras conceptos que, no siendo del todo incorrectos, están faltos de esa polisemia, es decir, de los múltiples significados que encierra.
La traducción puede alterar hasta tal punto el significado de una frase, y en este caso la Rede que es el ejemplo más llamativo, que puede perder no sólo la polisemia sino el fin último del corolario moral. Hoy día, muchos wiccanos que empiezan creen que la Wicca es una religión en la que se puede hacer lo que se quiera, y esto se usa de excusa para saltarse partes importantes del ritual o de la práctica wiccana (por ejemplo, no celebrar esbats o sabbats por mera pereza, pero poniendo de excusa que se está haciendo lo que se quiere sin dañar a nadie). Es tan negativo llevar la regla al extremo como no cumplirla en absoluto, sobre todo cuando implica cambios tan grandes en la práctica religiosa que desvisten a la religión de su aspecto ritual y simbólico.
Cambiar una palabra por otra es importante, sobre todo tratándose de las creencias de las personas, y sobre todo teniendo en cuenta que lo que se escribe va a quedar para la posteridad y que generaciones posteriores van a guiarse por esas traducciones, que van a entender conceptos distintos debido a esa traducción mal realizada.
¿Cómo solucionamos estos problemas con las traducciones?
La solución a esto no es fácil, en tanto que debe realizarse por varios frentes e implicando asimismo un cambio de mentalidad.
En primer lugar, es necesaria la implicación de los traductores especializados en estos temas. De nada sirve traducir una obra si no se sabe de qué se está hablando, por tanto es necesario que las editoriales busquen expertos en la materia o traductores especializados en esoterismo o religión, que sean conscientes de la gran responsabilidad que conlleva traducir un texto que habla de espiritualidad y que sean conscientes de la gran calidad que se necesita en estos casos. He llegado a no comprar libros en español y a no recomendarlos por la mala traducción de algunas editoriales, así que encargarle un trabajo a alguien que realmente sepa posiblemente no salga más caro, sino que sea bastante más rentable.
En segundo lugar, es necesario que aprendamos idiomas. Una de las 13 metas de la Wicca trata sobre aprender: pongámonos en marcha, aprendamos todo lo que podamos. Casi toda la literatura buena está en inglés, y aunque sea muy cómodo ser las víctimas de un sistema que no está hecho para nuestra cultura, dejemos de quejarnos y pongámonos manos a la obra. No crearemos criterio, no seremos capaces de diferenciar, si no leemos, y en este camino nunca se lee lo suficiente. Hoy día, y gracias a internet, aprender un idioma es fácil y barato.
En tercer lugar, y no menos importante, se necesitan más autores hispanohablantes. Gente que pueda hablar desde su perspectiva de varios años en esta creencia dentro de un contexto real y de una cultura más cercana y conocida que aquélla que normalmente nos ofrecen los autores estadounidenses. Sólo así entenderemos la práctica y las palabras en contexto, y sólo así podremos legar a las generaciones venideras una perspectiva de la Wicca más fiable y libre de convencionalismos creados por el marketing y por traducciones sin la calidad necesaria.
Conclusión personal
Aprender no es sólo memorizar. Aprender es investigar, es reflexionar también. Con frecuencia memorizamos cosas sin reflexionarlas o dándolas por hecho. Esto es porque en la literatura que manejamos las cosas se nos presentan como inamovibles y ciertas, pero no siempre es así. Es importante que nos preguntemos los porqués, es importante que nos preguntemos de dónde vienen las cosas. A todos nos ha pasado porque es algo muy común que sucede en nuestras mentes cuando algo se nos presenta como absolutamente verdadero: hasta que no empecé a trabajar de traductora, nunca me pregunté si la Rede era así o si la traducción era fiable, y fue por mi profesión y por mi formación por lo que me di cuenta de que no lo era. Quisiera hacer un llamamiento a todos los lectores de 13 lunas para que estudien, lean, comparen, critiquen, debatan sanamente y vean dónde están las diferencias en aquello que normalmente nos han presentado como «cierto» y «nuestras 8 palabras, la Rede». Porque ni es tan cierto, ni es como pensamos, ni son 8 palabras.
(*) Mucha gente me pide una traducción del poema de la Rede. Siendo honesta, me encantaría y sería un honor, pero actualmente no me siento preparada para algo tan grande. Comprendo que es una responsabilidad enorme y que puede influenciar hasta tal nivel a la comunidad que me parecería algo demasiado fuerte para mí. Además de esto, nunca he traducido una rima ya que mi especialidad es otra, y posiblemente los que me piden ahora la traducción se quedaran muy desilusionados al ver que mi traducción al español no tendría rima por querer primar el significado. Sin embargo, creo que algún día lo intentaré. Sólo si quedo lo suficientemente satisfecha y veo que satisface a mis más íntimos (y duros) críticos, la publicaré.
Chapó!!!!no se puede decir ni mas alto ni mas claro.
La verdad veo dificil poner en práctica las 2 primeras soluciones que propones, porque para ello tanto los traductores especializados como los autores hispanohablantes deberian estar iniciados en alguna tradición para conocer de primera mano la información con la que van a trabajar. De no ser asi no se puede garantizar que sepan matizar correctamente ciertos aspectos de las obras, ya que los solitarios normalmente no tiene acceso a mucha de la información. Y dado que hoy día el número de solitarios es superior a los demás, sólo veo factible la opción de ponernos a estudiar inglés para tener una base más sólida y estable de la religión que profesamos.
@Tenebria, no creo que sea necesario, en absoluto, estar iniciado en ninguna tradición para traducir un libro sobre Wicca.
Pongo un ejemplo práctico:
En el libro que estoy traduciendo aparece lo siguiente:
«For instance, the Roman feast of the Saturnalia and the old Saxon feast of Yule both of which took place in mid- winter, became Christmas: Beltane, the beginning of May, became Roodmass. The midsummer feast, also called Beltane, became St. John’s Day. »
Lógicamente, hay un error, Medio(o Pleno) verano, podría también llamarse Litha, no Beltane. De hecho ya lo menciona en la frase anterior.
Este tipo de fallos, son los que realmente diferencian una buena de una mala traducción.
Otro ejemplo es la traducción de coven por «junta»; de «Supernal Mother», por Madre Suprema. Y un largo etc…
Quiero saber que es: clamores anima mea … Sed eam spem liberos vagum me in vinculo meo, nocet et custodit animam Empas me dicere non possum nisi quod sum, sed volo vos diligens wicca quietos.
Porfavor quien m puede decir
«Vaga esperanza de mí, pero tengo hijos en el vínculo de mi alma me duele, y Empas me mantiene a menos que no puedo decir lo que soy, Te amo, pero todavía me Wicca quietos».
Google Translate.
esto lo he pensado muchas veces, por ejemplo, nosotros para un grupo de Brujas decimos «Coven» en inglés y ya está, pues los que traducen estos libros al no ser paganos ni saber nada de wicca, lo traducen como convenio, conventiculo, clan, asamblea, alianza, círculo, etc, y al final te haces un lio tremendo.
Además el otro día estaba pasando mi lds a limpio (que aun sigo,jajaja) y puse una nota sobre esto precisamente donde explico que es un coven.
O si no traducir como sinonimos brujo y wiccano, también puede inducir a lios.