Hace años que escribí sobre cómo elegir una baraja (podéis leer el artículo haciendo click aquí), pero me queda lo más interesante: qué hacer cuando tienes esa baraja entre manos. Así que me he propuesto escribir unos artículos con algunos consejos para gente que comienza en esto del Tarot.
Mucha gente se pregunta si tiene que consagrar la baraja, o programarla, o hacer un ritual, antes de poder usarla. No existe una respuesta unánime a este respecto, así que podríamos decir que se puede hacer lo que tú consideres adecuado y apropiado para ti mismo y para el uso que le vayas a dar a la baraja. También puedes no hacer nada en absoluto. Mi primera baraja propia fue una Rider-Waite que me compré a los 14 años y jamás tuve que hacer nada para sintonizarla con mi energía. Anteriormente había compartido la Balbi de mi madre (más bien se la birlaba para usarla puntualmente cuando ella no la estaba utilizando), que fue la baraja con la que aprendí a echar las cartas, y jamás tuve ningún problema de «contaminación» de energías ni ese tipo de cosas que dicen que pasan cuando compartes mazos. Quizá es porque somos madre e hija, quizá por energías afines, quizá porque no pasa nada. Pero como decía, hay experiencias muy variadas a este respecto, así que mi consejo en general sería haz lo que tú creas que te va a funcionar, porque en esto no hay una única opinión ni una única experiencia.
Otra pregunta habitual es si se deja a otras personas tocar las cartas. En general, no he encontrado a nadie que me haya cambiado mucho el tono energético de mi baraja por el hecho de tocarla. Yo siempre dejo que los consultantes toquen, barajen y corten las cartas cuando les voy a hacer una lectura, mientras les pido que se concentren en el asunto por el que quieren preguntar. Por supuesto, antes las he barajado yo, pero porque creo en mezclar bien los arcanos entre tirada y tirada, y mejor si es por dos que por una sola persona. Me quedo más tranquila. Hay quien no lo hace así y sólo lo realizan ellos. Está bien en cualquier caso.
Una duda frecuente es si se pueden cruzar los brazos o las piernas durante las tiradas, y me la comentó una amiga de la familia hace como diez o quince años, al llamarme la atención mientras miraba atentamente cómo mi madre le echaba las cartas. Ella me dijo que cruzar brazos o piernas durante las tiradas daba «mala suerte». Yo no presto mucha atención a eso, pero he de reconocer que cuando uno cruza brazos o piernas, existe en el cuerpo cierta tensión. La tensión nunca es positiva cuando se tiene que hacer una tirada, o cuando se está consultando a un tarotista. ¿Por qué? Pues porque nos predispone a estar en tensión ante las lecturas, simplemente. A los cartomantes, esta tensión puede también afectarnos porque nos hace sentir más inseguros. El cuerpo, la mente y el espíritu forman un solo sistema, así que al tener el cuerpo tenso estamos realimentando la tensión a nivel mental y, por tanto, haciendo más difíciles las interpretaciones y los mensajes intuitivos que nos puedan venir del espíritu.
Otra duda bastante habitual es el uso del librito de significados durante las tiradas. Mucha gente, cuando empieza, se obceca con los libritos de significados y comentan que no son capaces de leer literalmente y «científicamente» las tiradas porque no se saben el libro de memoria. Y luego me comentan que tienen una memoria malísima como para saberse 78 cartas, del derecho y del revés. Los significados expuestos en cualquier guía de significados son justamente eso, una guía, un punto de partida, pero no son una Sagrada Escritura, ni la Palabra de los Dioses. Cuando empezamos, está bien decir que no sabemos muy bien, y para ello es mejor experimentar con amigos o familiares que se presten voluntarios, y llevar el libro. Pero siempre es bonito y bueno aportar algo más, algo que normalmente se obtiene mirando el dibujo de la carta, observando la ilustración y meditando un poco sobre la marcha con ella. Tómatelo con tranquilidad si estás empezando: nadie debería pedirte una tirada perfecta ni corta si acabas de comenzar a leer las cartas. Y si te increpan por ello, ya sabes: que ellos mismos se echen las cartas, si es que son capaces de hacerlo tan bien.
En el siguiente artículo dedicado a este tema trataré otras dudas frecuentes, pero ya centrándome en el momento de la tirada y de la consulta. ¡Permaneced atentos a 13 lunas!