Yo solía ser la clásica Aries impaciente, hasta que me casé. Esto nos pasa a muchos: algo ocurre en nuestras vidas y tenemos que acabar ejercitando la paciencia porque vemos que existe una recompensa a largo plazo, lo cual luego vemos que aplicamos a nuestra vida y resulta tener más ventajas que desventajas. Obviamente, la paciencia tiene un límite (como las promesas incumplidas, los casos de fuerza mayor o los engaños). Pero hay un montón de teorías que hablan sobre la recompensa diferida (que es la capacidad para esperar cierto tiempo hasta obtener una recompensa mucho mayor a un esfuerzo inicial) y el éxito personal y la autorrealización, así que si hablo de esto, no estoy descubriendo América ni mucho menos. Está muy estudiado: las personas que tienen paciencia y que son capaces de esperar a que les lleguen las buenas recompensas, están a la larga más satisfechas con sus vidas y obtienen mejores resultados por sus esfuerzos. Claro que éstos se hacen esperar un poquito más.
Antes de entrar en materia quisiera decir que, hoy en día, la paciencia no es precisamente un valor al alza, y tampoco un valor equitativo. Me he encontrado con personas que me han pedido una gran cantidad de paciencia, pero que han demostrado tener muy poca para conmigo. Esto nos va a pasar a menudo: somos responsables de NUESTRA actitud, no de la actitud de los demás. Si nos encontramos con esto, tendremos que ejercer la escucha activa y la asertividad para hacer valer nuestra posición. Y si ni por ésas, como decía mi abuela: «ante el vicio de pedir, está la virtud de no dar».
Así pues, cuando te sientas un poco más impaciente de lo que te gustaría, o las cosas no salen exactamente cuando tú quisieras, plantéate lo siguiente:
- ¿Hay algo que yo pueda hacer para solucionar o agilizar el problema, siempre de manera constructiva? Hay veces en las que tenemos que esperar para arreglar un problema, pero podemos intentar agilizar el proceso. Para ello, podemos:
- Pedir ayuda a alguien que sepa más.
- Intentar ver el problema desde otra perspectiva, para ver si se nos ocurre otra solución.
- Si el problema depende de otro, preguntarle cómo podemos ayudarle o pedir más información.
- Si se trata de un problema con alguien (uno de índole personal, por ejemplo) hay que ser consciente de que las personas tienen sus tiempos, y que no todo el mundo se siente cómodo solucionando los temas personales de manera inmediata. Sobre todo si hay mucha decepción o mucho dolor de por medio:
- Si decimos que no vamos a contactar con esa persona en un tiempo, lo mejor es ser fieles a esa promesa. Una persona que conozco, en una ocasión me dijo que me daría un tiempo prudencial para tomar distancia de un problema que habíamos tenido, pero me siguió mandando emails al día siguiente. Esto arruinó completamente mi capacidad para confiar en ella, así como una posible solución al problema.
- Si nada de esto funciona, podemos simplemente hacer ejercicios de yoga, o practicar deporte, para distraer nuestra mente del problema y ayudarnos a ejercitar la paciencia sin nerviosismo ni presiones.
Uno de los ejercicios que más me ha ayudado personalmente a manejar mi paciencia ha sido el Sat Kriya. Es un ejercicio de Kundalini Yoga que hace que la energía estancada en la parte inferior de la columna pase hacia arriba.
Como lo van a explicar mucho mejor que yo en otras webs especializadas en Yoga, os dejo con un enlace que habla sobre la técnica del Sat Kriya: http://es.thesecretsofyoga.com/yoga-for-women/kundalini-yoga-sat-kriya.html
Con tan sólo tres minutos de Sat Kriya podréis ver una mejora muy importante en vuestra paciencia. Al principio puede que cueste, pero una vez que el cerebro hace «click» y se sobrepone a eso, se puede aguantar perfectamente. No os forcéis más allá de lo que podáis de todas maneras, si veis que el músculo no responde bien o que necesita urgentemente un descanso, seguid con el mantra «Sat Nam» y respirando, pero con los brazos abajo. Luego los podéis subir cuando os consideréis un poco descansados. Si queréis, podéis poner un cronómetro a vuestro lado para observar que cumplís con los tres minutos.
Quisiera decir algo acerca de la práctica de Kundalini Yoga: en sí, la energía no es peligrosa. La energía Kundalini está en todos nosotros, y a nadie le da ningún telele. Lo que es potencialmente peligroso son las apneas, si se hacen muy extremas, que a veces se llevan a cabo para despertarla y moverla, que si se realizan sin un instructor adecuado o guía específica, sí pueden causar daños al cerebro. Pero igual que si te quedas 40 segundos debajo de una piscina sin respirar. Lo digo porque hay mucha leyenda negra acerca de la energía Kundalini, muchos mitos, y mucho miedo producto de la desinformación. En cualquier caso, el Sat Kriya es un ejercicio inocuo, no conlleva apneas y no conlleva riesgos de lesión.
¿Os animáis con un reto de Sat Kriya durante 30 días? Si es así, ya sabéis: compartid vuestras experiencias con el ejercicio, en vuestra red social favorita (hashtag #pazesunestadomental) o en comentarios.
¡Paz!