Hace poco halagaron mi espiritualidad y la forma en la que la llevo. No supe cómo reaccionar a ese halago (salvo dando las gracias) y, honestamente, sigo sin saber cómo hacerlo, por el simple hecho de que me considero igual a las personas que hay por ahí fuera, las que me leen y las que no. También porque he estado en mi piel hace unos años, y era (y sigo siendo) de todo menos perfecta.
No soy una iluminada y me esfuerzo mucho en que eso salte a la vista. ¡Aunque se considere negativo! Adoro tener muy presente de dónde vengo, cuál es mi camino, y éste empieza en mi día a día. Desde que me levanto una mañana cualquiera, hasta que me acuesto. A veces me enfado, a veces lloro, a veces me frustro. Intento con mucho ahínco eso que llaman sanar mis emociones, sanar mi alma. Me lo tomo en serio. Cuando haces un voto con tus dioses, no se van los traumas infantiles automáticamente, ni olvidas, por obra y gracia divina, aquella relación abusiva que sufriste. Porque sí, todos tenemos traumas. Pero lo que hace posible este camino, el de la brujería, es que te fijes en las cosas que no saltan tan a la vista dentro de tu propia vida. Las cosas pequeñas, aquellas en las que reside la felicidad, los ritos por los que pasas todos los días y que das por sentado. Hasta agradecer porque el dinero te llegue para comprar pasta de dientes de la que sabe rica. Todo eso acaba cobrando sentido, todo eso acaba teniendo significado. Compartir memes espirituales (aunque me encantan) y hablar del ego y de lo mucho que me gustaría mantenerlo a raya no me hace espiritual.
Pero claro, a veces se confunde la instrucción «tener un aire de paz y tranquilidad» siendo wiccano o brujo, con emitir espiritualidad por los cuatro costados. Creo que de esa confusión surge la figura del iluminado, el que todo lo sabe, el que todo lo puede… y lo cuento porque me pasó a mí. Es entonces cuando pasas a creerte por encima del bien y del mal. La experiencia me ha enseñado que esa etapa, para algunas personas (como yo) es necesaria para aprender sobre sí mismas.
A día de hoy no soy una iluminada, no me considero sabia ni creo que sepa más que otras personas de la vida. Simplemente tengo mis opiniones, a veces las expreso con más tino, otras con menos. He sido más o menos honesta en esta siempre corta vida, igual que todos. He sido más o menos espiritual. Pero si hay algo que he sido siempre ha sido humana, con mis virtudes y mis defectos. Espero no dejar nunca de serlo, porque me hace más feliz haberme equivocado y aprendido, que todo lo que haya podido conseguir en la vida. Y eso que tengo mucho que agradecer.
jajajajaja Harwe relájate! no te quería poner en un altar, ni que te sonrojaras, lo que te quería decir es que el hecho de llevar tu camino espiritual a la par de tu humanidad cargando con tus egos, errores y defectos dice mucho de ti. porque no antepones con arrogancia ni soberbia tus conocimientos, tampoco condicionas al que no la comparta, es obvio que superaste esta etapa de sentirse iluminado(por la que pasamos muchos), sin embargo yo siento que a pesar de lo que se te presente buscas conciliar lo que descubres acorde a tu experiencia, se ve que asumes estos retos con humildad y fortaleza a pesar las limitantes humanas… evidentemente los procesas según tu ética y moral que has fabricado a partir de tu credo. Enserio parece sencillo, pero llegar a ese punto de naturalidad al que refiero demuestra muchísimo trabajo y dedicación, es esto lo que resalto de tus reflexiones. relájate !!! por cierto felicidades por ser madre!!
Eres un lindo, Astral. Un placer leerte de nuevo. ¡Muchas gracias por tu felicitación! Espero el segundo bebé para agosto. 🙂
Pues yo, que si me considero un iluminado, en el sentido de una persona que un día se tropezó accidentalmente y de morros con Dios/a (entendiendo a este/a como una entidad superior, capaz de regir las energías que mueven los imponderables que nos rodean en la vida) creo firmemente que tu si que eres canela fina de la mejor rama.
Además eres una luz permanente para muchos de los que nos debatimos entre la fe y la nada de este mundo hermoso y desolado que nos ha tocado vivir.
P.D. enhorabuena por tu decisión de ampliar la familia. esto es una opinión personal, pero después de mucho buscar , echando la vista atrás, es únicamente en esa tarea, donde he encontrado que mi vida tenía vida.