Como mucha gente sabe que soy devota de Brigit (o Brighid, Bride, Brid…) me preguntan con cierta frecuencia qué cosas hacer en Imbolc. Considero que a veces es igualmente importante hacer alguna actividad para sintonizarnos con un momento del año que hacer un ritual. El ritual nos hace celebrar, mientras que dar algunos pasos previos a la preparación del mismo nos ayuda a sintonizar con el momento del año en el que estamos. Así pues, me he propuesto escribir este artículo para comentar algunas de las cosas que yo hago antes del ritual, para sintonizarme con el momento del año que va a empezar.
En primer lugar, una de mis primeras acciones cuando se acerca Imbolc es meditar. Meditar sobre el ciclo en el que me encuentro, aquello que quiero conseguir. Como la marea de Imbolc coincide con el comienzo del año civil, intento sintonizar estos pensamientos con los proyectos que yo misma me he propuesto para el año que está comenzando. Como no todo el mundo es igual, las personas que prefieren no tener propósitos o proyectos por año nuevo, sino que los hacen sobre la marcha, pueden sencillamente meditar sobre el significado de Imbolc. Por ejemplo, aquellas cosas de nosotros mismos que hemos conseguido llevar a cabo y las que nos gustarían en el futuro. Imbolc es una fiesta muy relacionada con la maternidad y la paternidad (en tanto que es una celebración del nacimiento de las crías de los animales), pero hay muchas formas de ser padre o madre, no tiene por qué ser de un vástago en el sentido literal de la palabra. A veces, nuestros proyectos son como nuestros hijitos.
Una de las cosas que más beneficiosas encuentro para hacer por estas fechas es limpiar todo lo pasado para poder construir sobre una superficie limpia. Esto está muy relacionado con el ejercicio de soltar que expliqué en la actividad 1 de la campaña «La paz es un estado mental». Para poder poner en pie todo lo que queremos, esa vida nueva, muchas veces hay que abrir las ventanas al aire nuevo y dejar que el antiguo se vaya, remover la energía y quitar la basura. Para esto, una limpieza física de la casa o del negocio siempre va bien. Si te gustaría hacerlo «a lo natural» escribí un artículo aquí sobre este tema que quizá te pueda interesar. Entiendo que limpiar es necesario para construir, porque siempre que se construye sobre situaciones o cosas ya existentes, si no se ha saneado la situación antes, muchas veces el proyecto o lo que queramos hacer hereda parte de esas estructuras anteriores, con lo bueno y lo malo. Por eso hace falta sanear antes de empezar.
Pasear es de esas cosas básicas para sintonizar con cualquier ciclo, pero cercano a Imbolc lo encuentro especialmente útil. La razón es que no paseamos tanto en esta fecha del año, porque rápidamente se hace de noche, porque hace frío… pero la naturaleza sigue en estas fechas, siempre sigue su camino y no se ha ido a ninguna parte. Encuentro que conocemos muy poco de Imbolc, tan poco que, por ejemplo, lo que leo en internet de lo que se celebra en este sabbat muchas veces no se corresponde con el ciclo natural, con lo que está pasando fuera de nuestros libros, que están llenos de teoría. Hay que salir más y quedarse menos en lo que nos cuente Fulanito, por muy prestigioso autor que sea.
Otra actividad interesante es estratificar semillas en casa. Para quienes no estén familiarizados con el término, estratificar en casa es imitar de forma artificial un proceso que se da en la naturaleza en estas fechas: algunas especies de plantas necesitan un choque de frío durante un cierto número de semanas para poder germinar adecuadamente, pues están programadas para nacer tras haber pasado por un periodo de letargo. Esto sucede en la naturaleza cuando estas semillas se quedan bajo la nieve o bajo las hojas a una temperatura muy fría, durante las largas semanas de invierno. No todas las especies necesitan este letargo, pero muchos de los árboles que vemos y que tanto adoramos sí lo necesitan. Para estratificar, sólo necesitas un tipo de tierra adecuado a las necesidades del árbol que vayas a plantar y, normalmente, una nevera casera o un sitio al aire libre muy frío. Puedes ver una explicación de las necesidades de cada especie aquí. Adelanto que el proceso requiere mucha paciencia, pero es una manera de conectar para quienes adoran la jardinería y están mordiéndose las uñas por no poder plantar nada hasta Ostara.
También puedes purificar tu cuerpo de la manera que más te apetezca. Una autora pagana (ahora mismo no recuerdo si era Z. Budapest o Starhawk), en un libro que me leí hace mucho tiempo, comentaba que «peinaba» su aura todas las mañanas mientras se duchaba. Ésta puede ser una buena idea de actividad que realizar para sintonizar con esta época del año. Darse baños rituales, hacer un poco de dieta detox a base de comer muchas frutas y verduras de temporada (¡que las hay, aunque sea invierno!), eliminar el azúcar añadido durante un mes de la comida o, si eres practicante de Reiki, darse Reiki o energía todos los días a uno mismo, son ideas para sentirse mejor de cara a cuidar a ese niño interior que requiere cuidados al acercarse Imbolc.
Por último, puedes encender velas. Da igual si son de led o combustibles. Da igual si son de parafina o de cera de abejas. Lo que tú prefieras y vaya más acorde con tus pensamientos y necesidades ecológicas, económicas y personales. Enciende esa luz de la esperanza que todos llevamos dentro y que estos momentos empieza a hacerse realidad en la naturaleza. De eso trata Imbolc: es un festival de la crianza, de la niñez, del cuidado y el mimo. La esperanza es lo que más cariño necesita del mundo, porque es frágil como el cristal. Pero si se la alimenta, si se la cuida, se convierte en el motor de nuestro mundo.