Los momentos de silencio

observarHay un momento en el que todavía es de noche pero ya despunta el día, un momento de luces y sombras que podríamos determinar como un estado liminal de la jornada. Creo que es más poderoso que el atardecer, porque casi siempre viene enmarcado por un reverente silencio. La gente duerme y, mientras duerme, sueña. Así que tenemos una calle, una plaza, una avenida callada mientras las mentes están llenas de bullicio, de libros que nunca se escribieron y de sucesos que nunca sucedieron.

Es en ese momento cuando un quejidito infantil que no llega a llanto me despierta. Es la hora de la toma de la noche que no es noche, que ya es casi día. Arrullo a mi hija mientras le doy el pecho y me tomo el tiempo para mirarla, en mitad de ese silencio que me permite mirar de verdad, sin televisiones que canten resultados electorales, sin el martillo del vecino y sin las constantes demandas de fotografías por whatsapp de amigos y familiares.

En estos momentos de silencio miro, y veo lo que de verdad importa. Es curioso lo que tener un gran proyecto en las manos te cambia cuando lo tienes que trabajar de verdad, pero en mitad del ruido, lo que en mi caso se traduce como en mitad de cambios de pañales y tomas, nunca te das cuenta de lo importante que son esos pequeños grandes proyectos. En mitad del ruido, del trasiego, pierdes pie sobre lo que supone conseguir una meta, manifestar algo, cambiar tu mundo para siempre. Hasta que te tomas el tiempo de mirar de verdad, de observar en silencio. Observo a mi hija en silencio, miro sus manos, sus ojitos cerrados, la miro respirar. Escupe el pezón y esboza una desdentada sonrisa de satisfacción mientras vuelve a dormirse. Le devuelvo la sonrisa, aunque está tan dormida que no puede darse cuenta de ello.

Son las seis y media de la mañana y probablemente ahora vuelva a la cama, porque con un bebé cualquier momento es bueno para aprovechar y seguir durmiendo. El estado liminal de la noche que despunta como día está a punto de terminar, va a salir el sol y con él va a volver el bullicio. He vuelto a acostar a mi hija y he pensado que quizá estaría bien escribir sobre lo que supone observar en silencio como parte de ese pilar de los brujos que tantas veces hemos tratado. Callar entendido como observar en silencio, como cuando de pequeña hacía un dibujo que me gustaba especialmente y me paraba a mirarlo, a saborear mi propia victoria, a darme tiempo para asimilar lo que había hecho bien antes de seguir adelante. En todos los actos mágicos de la vida creo que es importante pararse a mirar también lo que se ha hecho bien, aunque sea muy mundano, aunque parezca irrisorio. Cualquier pequeño detalle es importante para salir adelante. Cualquier gran detalle es digno de poderlo celebrar con alegría, incluso una simple sonrisa desdentada. Pero hace falta silencio para darse cuenta de esas pequeñas y grandes victorias, para asimilarlas.

En este mundo en el que, quizá con mucha frecuencia, nos paramos a ser críticos con nosotros mismos, de vez en cuando merece la pena pararse a observar como un árbol observaría el mundo. De vez en cuando, adoptar una actitud contemplativa es necesario para que veamos lo hermoso de nuestra existencia y poder seguir atrayéndolo a nuestra vida. De la tierra, el silencio; al aire, la idea; el ciclo continúa. La vida sigue gracias a la observación porque nos permite aprender para seguir creando, manifestando, ideando. Es observando en silencio como descubrimos lo importante, el significado y, a veces, lo mucho que hemos ganado a pesar de los reveses. Es en silencio donde muchas veces se manifiesta la voluntad de los dioses y, por ende, la nuestra propia: aquello por lo que creemos que merece la pena seguir adelante.

5 thoughts on “Los momentos de silencio

  1. Maravillosa entrada.

    En efecto, ese momento del día es especialmente poderoso, incluso sobrecogedor. En el cielo quedan las últimas estrellas de la noche mientras la luz entrevelada del cercano amanecer ilumina levemente las sombras. Y ahí estás tú, en ese momento tan especial, unido con el Universo e inmerso en un silencio que a veces pesa tanto que te incita a hacer ruido para probar que es real… sí, es mi momento favorito del día.

    Y el silencio no es sólo la fase final de un acto mágico en la que integramos todo y quedamos a la espera de un resultado. Creo que debería ser un momento de orgullo y disfrute, de estar satisfechos con lo que hemos hecho, de pararse a contemplar todo y decir: ¡qué guay, esto lo he hecho yo con mis conocimientos y habilidades! Y cómo no, el silencio es una parte esencial en aquellos momentos en los que nos recogemos ante la inmensidad del Universo y nos asombramos ante las maravillas que nos ofrece. Es algo necesario que a veces olvidamos tener en cuenta.

    Estoy muy contento de volverte a leer, se te echaba de menos.

    N.D.

  2. Incluso el silencio es gratificante para mi , es el momento donde se puede disfrutar de la.calma . De la tranquilidad del. ambiente ,libre de cualquier ruido incluso pensamiento. Es estar y no estar 😉 para muchos el silencio puede ser torturoso ,incomodo e incomprensible. Pero es desconoce incluso su bello encanto al final de un dia, el inicio de la noche o en el amancer. No importa la hora , el dia o el mes , es el momento perfecto para sentir el planeta respirar o simplemente contemplar la belleza de estar vivo sin preocupación por un instante que dure ese silencio.

    Saludos y bendiciones ^_^

  3. Ciertamente hay algunos silencios que traen estados de conciencia , presencia y lucidez muy agradables. Yo recuerdo la época en que madrugaba mucho, y salía a coger el tren o el autobús hacia las 5.30 .Aunque no me gusta madrugar hay algo de esos momento que añoro, esa paz especial de las mañanas, antes de que amanezca. Muy bonita entrada, un abrazo.

  4. hola, soy una persona que lleva ya varios años en el tarot y ahora estoy interesada en el tema magia blanca y me gustaría hacerte una pregunta… ¿qué amuleto necesito para llevar siempre encima el cual pueda tocar durante el día para transmitir mi energía? quiero decir… puedo pedir algo, un conjuro, un deseo… pero me gustaría un amuleto el cual lleve siempre encima y durante el día pueda tocar y cargar de mi energía para poder continuar con el deseo (o seguir manteniendolo vivo pensando en el), un amuleto al que sentirme unida y desplegar en él mi energía.

  5. El silencio cómodo entre amigos, entre la pareja y entre el yo y ELLA es un momento mágico difícil de superar con otros actos más mundanos.

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