(*) Traducción literal de «out of the box», de la expresión inglesa Thinking out of the box. Significa pensar de manera poco convencional o desde una perspectiva nueva.
Una persona a la que quiero mucho me comentó hace unos meses que quería fundar un Santuario correlliano en cuanto se iniciara. A mí me pareció bien, pero le animé a que buscara su propia voz, lo que él como persona podía aportar a todo esto, el punto diferenciador de su trabajo en el Santuario, y le pedí encarecidamente que no se dedicara a hacer una y otra vez lo que ya se hacía, que pensara «fuera de la caja». El otro día me comentó que su Santuario se había formado, que tenía muchísimo material propio y que había conseguido más o menos hacer las cosas como él quería. He de reconocer que me puse más ancha que larga del orgullo, porque sé lo difícil que es el pensamiento creativo en esta sociedad que nos atonta y nos vuelve tan homogéneos a base de «compra, compra, compra». Aunque parezca mentira, también «compramos» actitudes y hasta religiones. Me resulta paradójico que digamos que vivimos en la sociedad del individuo, cuando en realidad parece que vivimos en la sociedad de la masa. Así que ver a una persona distinguirse de una masa informe me resulta un soplo de aire fresco.
Cuando hablo de la comunidad pagana con otra gente, cuando me involucro en organizaciones, etc, veo que la mayor parte de la gente está interesada en lo que la comunidad les puede aportar. Pero muy pocas veces se ve el elemento diferenciador de lo que el individuo puede aportar a la comunidad. Y me gustaría poner énfasis en el elemento diferenciador porque, como tendemos a homogeneizarnos, al final acabamos haciendo lo mismo una y otra vez, y copiándonos ideas los unos a los otros una y otra vez. No es que las personas hagan esto de forma consciente, sino que la intertextualidad es un fenómeno del postmodernismo actual, y más en un mundo donde las autorías se diluyen gracias a internet. Es decir, que lo hacemos porque nos leemos y nos hablamos unos a los otros, porque tenemos referentes e influencias de y en los demás. Esto pasa mucho en internet, y por eso le pedí a mi amigo que se diferenciara. Mucha gente, cuando piensa en un Templo o un Santuario Correlliano, piensa en los que ya hay y dice «quiero hacer algo tan grande como…». Vale, es un pensamiento estupendo, pero para hacer lo mismo que otra persona, entonces creo que es mejor buscar lo que tú haces bien y aplicarlo a esa idea.
Esa insistencia personal en que la gente debe buscar su propio camino la tengo porque yo misma tengo una necesidad de caminar mi propio camino, de experimentar y de seguir mi senda. Estoy contenta con ello y por eso doy ese consejo cuando alguien me dice que va a emprender algo nuevo. Siempre digo «sé tú mismo, no importa que no sea lo que la gente busque, no importa que el público no te lea, no importan los demás, importa tu necesidad de expresión, porque para eso creas algo». Considero que centrar un proceso creativo en un aplauso de la comunidad resulta inútil. En cambio me parece mucho más dulce el resultado del esfuerzo propio, especialmente el que conlleva pensar «fuera de la caja» o con una mente poco acomodaticia, buscándonos a nosotros mismos e intentando incluso cambiar de paradigma hasta siendo nosotros mismos. Creo que salir de la zona de confort con cierta frecuencia es beneficioso para nuestro cerebro y nuestro aprendizaje, también en los proyectos relacionados con el paganismo. Por eso me prometí a mí misma que sería Harwe y no otra persona. Hace tiempo que escribí un artículo diciendo que me había propuesto ser la primera y única Harwe Tuileva, con sus virtudes y sus defectos. Y me reitero: no quiero ser otra persona.
Hoy me he levantado pensando en qué puedo aportar de nuevo a la comunidad. Ya doy clases, he tenido un canal de Youtube (que borré porque todo el mundo estaba haciendo lo mismo y eso no era lo que yo quería), me hice otro canal de Youtube en el que subo las cosas que a mí me parecen, tengo un blog que antes fue una revista y que lleva 10 añazos en línea y participo en un montón de cosas. ¿Qué va a ser lo siguiente? Pues tengo varias ideas, todas para la comunidad, pero sobre todo para mí. Por el bienestar que me produce darme, simplemente, a esta comunidad que vale tanto. Porque si quizá yo doy ejemplo pensando «fuera de la caja», vengan otros como mi amigo que empiecen también a hacer lo propio. Y de la unión de muchas mentes haciendo lo que saben hacer bien surge la diversidad, que es enriquecedora en cualquier grupo social.