Hay veces en las que me paro a pensar qué he hecho para merecer determinadas atenciones, determinadas peticiones y determinadas llamadas de atención. Dicen que soy pública, que soy una persona pública y pagana, y que por eso genero atención. Creo que no he hecho más en mi vida que trabajar, como muchos, y pienso seguir haciéndolo, y que si por eso genero atención es porque nadie se ha parado a mirar a los que tiene alrededor. No veo en lo que hago más mérito que el de cualquiera que tiene un trabajo y un hobby, o un trabajo y otro trabajo, o un trabajo y un voluntariado como es mi caso. Tras la oficina, continúo trabajando en el Templo de Brigit, entre traducciones, mails y alumnos, entre exámenes finales de primero, segundo y tercer grado. A veces me dan las 12 de la noche trabajando y pienso que no es bueno, a veces me dan las 12 y me apetece seguir.
He de reconocer, como cualquier ser humano, que a veces el maremágnum de emails, traducciones y consultas me sobrepasa. Otras veces me sobrepasan mi propia necesidad de escribir, mi perfeccionismo o mi entusiasmo por poner proyectos en marcha. Creo en el tesón como modo de vida, pero reconozco que a veces uno se cansa y que no todos los días se está igual y no todos los días se puede rendir igual. Esto puede pasar en cualquier ámbito de la vida. Pero en ocasiones, en lo que se refiere al Paganismo, hay quien te contesta con un «te lo has buscado por ser público/a, y ahora te aguantas y me contestas al email, y si no me contestas en dos horas te mando otro, y otro, y si no me haces caso hablo mal de ti».
A lo de que nos lo hemos buscado, contestaría que sí y no. Hay muchas razones para que una persona decida hacerse eso que está tan de moda, hacerse «una persona pública», y no sólo el ego que tan fáciles nos hace las explicaciones. Por supuesto, sabes a lo que te expones. Sin embargo, pensemos por un momento que los paganos que nos dedicamos a crear opinión o a compartir no somos la Pantoja, con lo cual no somos completamente una persona pública, la cantidad de trabajo que conlleva contestar mails no es suficiente como para esa «inyección» al ego que supuestamente se recibe, al menos no en mi caso. No somos famosos, puede que se sea más conocido o menos en un ámbito, y creo que ante todo se sigue siendo propiedad de uno mismo. Esto es, se sigue siendo en cualquier caso una persona privada mientras el individuo no decida lo contrario.
Así que, a toda esa gente que a veces me dice «yo lo haría, pero es que no me llama nada la fama» o «yo haría tal y mi sueño es cual, pero no quiero ser conocido porque te expones a que te digan muchas cosas», pues me parece muy bien, pero si pensáis que porque escribo en un blog, haya tenido un canal de youtube y dirija un Templo soy conocida, estáis muy equivocados. Si pensáis que eso es fama y que los vloggers y bloggers y profesores de X Tradición tenemos un halo de glamour, estáis muy equivocados. Creo que lo mismo es aplicable a casi todos los vloggers y bloggers paganos que conozco, y la mayoría no le dan importancia a lo de recibir correo o comentarios porque es lo que hay y a lo que te expones, pero precisamente porque eres privado la opinión de unos desconocidos en la red te tiene que dar exactamente igual. Si verdaderamente eres privado, no hay más drama al respecto, lo mejor es vivirlo con toda la naturalidad y no darle más importancia.
Personalmente, si un día no puedo contestar a los emails porque estoy destrozada o hecha polvo anímicamente, no lo hago. La persona que me ha escrito se merece una contestación. Así que, con todo el dolor de mi corazón, lo hago al día siguiente o cuando me he recuperado. Cuidado, porque no quiero defender al desconsiderado que jamás responde a correos, pero sí digo que en general deberíamos ejercer el sano arte de la paciencia con las personas a las que contactamos, sobre todo si consideramos que son «conocidos» en el ámbito pagano, ya que esto conlleva normalmente no ese halo de glamour, sino una tremenda cantidad de trabajo.
En mi tradición tenemos una broma privada. Preguntamos «¿en qué consiste ser tercer grado?» y la respuesta, en lugar de la habitual contestación ritualística o de conocimientos, es «una gran cantidad de trabajo». Eso es aplicable a casi todo el trabajo de cara a la comunidad que se realiza en el ámbito del Paganismo, porque todavía hay mucho, muchísimo por hacer. Está en nuestras manos tratar bien o mal a las personas que se dedican a hacer ese trabajo; y en las manos de las personas que lo realizan está recordar que son propiedad de sí mismos, por muchas «demandas de atención» que tengan de fuera, y hay que recordar que en momentos de dificultad personal tienen que ponerse primero.
Cuando llevas a cabo una actividad en la que compartes algo siempre ocurre lo mismo… Dar a conocer a los demás lo que vas descubriendo no te convierte en personaje público y en ningún caso se da pie a la violación del respeto a nuestro espacio, sin embargo ocurre… Me recuerda al problema que tuvo Usui… El dijo encontrar una solución que sus discipulos adaptaron… Me inclino más a buscar una adaptación de la misma, pero eso ya es personal :).
Que sigas en tu andar, ánimo en los baches y buen camino 😉
Muy de acuerdo contigo. Nos hemos metido en un mundo de la inmediatez, y si no contesta en 0’001 segundos eres un/una…. Y nos olvidamos que muchas veces la otra persona está en una situación por la que no pude dar una respuesta inmediata. Bien este trabajando, o el baño, o se ha dejado el móvil o no tiene cobertura, o bien ese día no ha abierto el correo. Que simplemente, y precisamente por ser más conocido, su bandeja tiene más correos que el tuyo y también tiene que atenderlos.
Por otro lado tiene una vida fuera de la red. Si existe otro mundo fuera del teclado y del monitor y para un pagano es o al menos debería ser muy importante pasar mucho tiempo contemplando su entorno y comprendiendo las lecciones de la Gran Madre nos ofrece cada día, cada estación, en cada cambio y que no se aprenden delante de una pantalla de ordenador.