Hace unos años hice un vídeo de Youtube explicando por qué la Wicca era una religión según la tradición correlliana y dije abiertamente que la Wicca tenía un Dios y una Diosa. Así, sin anestesia. De esa forma se explica en la mayoría de los libros y en la mayoría de las páginas web. Debido a ese vídeo en particular cerré mi canal de Youtube y borré todos mis vídeos, porque estaba terriblemente errada en la explicación y me daba vergüenza tener algo así de incorrecto y encima estar difundiéndolo. El problema es que lo repetimos tanto que se ha acabado por dar por hecho, y principalmente ése fue mi error.
Sé que no es excusa, pero en mi defensa diré que no había ahondado lo suficiente en cosas que ahora sí me paro a pensar por diversas razones. ¿Quién era yo para imponer a otros wiccanos, con o sin tradición, que creyeran en un Dios y una Diosa para poder llamarse wiccanos? Sí, una sacerdotisa correlliana. ¿Y? ¿Eso me convierte en mejor?
El concepto de Divinidad es tan inabarcable para una mente humana que lo hemos adaptado a nosotros mismos. ¿Qué pasaría si tuviéramos 6 sexos? ¿Habría tantos dioses como sexos? ¿Y qué pasa si alguien es monoteísta, su concepto de Divinidad es menos válido? ¿Y un panteísta, no podría ver a la Divinidad más que fuera de todo y como ente independiente, para llamarse pagano?
Una vez se me pusieron los pelos como escarpias al escuchar unos comentarios maliciosos hechos sobre alguien que decía ser monoteísta y neopagano. En el paganismo de hoy el Monoteísmo suele estar mal visto, por ejemplo, porque casi todos venimos a estas religiones como conversos de religiones monoteístas, y sin embargo dentro de mi tradición se contempla a la Divinidad como UN gran diamante que puede ser contemplado a través de múltiples facetas, tanto por separado como simultáneamente. En la tradición correlliana, y sé que en otras corrientes similares, el concepto del diamante mínimamente viene a explicar esa universalidad, y por tanto aceptaría un monoteísmo como una forma válida de culto. Por tanto, no creo que juzgar tan duramente la vía monoteísta sea justo para quienes, como yo, observan como acertada (no diré ‘correcta’) la metáfora del diamante, es más, realizar ese juicio, para mí, supone tener una doble moral: lo aceptamos para nosotros, pero no para los demás. En la práctica, por otro lado, muchos practicantes de brujería somos monoteístas de facto, sobre todo cuando establecemos una devoción principal con una de las «facetas» del diamante (como una Divinidad en particular).
Contemplar a la naturaleza y a nosotros mismos como un todo (básicamente, el Panteísmo), en cambio, sí está bien visto. Pero esto tampoco es la definición de «Diosa y Dios», con lo cual al afirmar categóricamente que «la Wicca cree en el Dios y la Diosa» eliminaría completamente del mapa a los panteístas. Es más, me quitaría a mí misma la adoración a la naturaleza y la aceptación de mi propia existencia divina, por no hablar de la de quienes me rodean. Sería muy triste para mí eliminar esto, porque me quitaría muchas cosas bonitas y divertidas de mi vida, entre ellas el festejo de mi propia existencia física.
El Politeísmo es una opción que como ya he dicho se contempla en mi tradición también (las «facetas» del diamante se consideran Dioses particulares según la metáfora utilizada). En el ámbito del paganismo, muchos grupos reconstruccionistas son básicamente politeístas porque recrean cultos antiguos y eso era lo que eran aquellas tribus en las que se fijan e inspiran. Con lo cual acotar el concepto de Divinidad a «Dios y Diosa» también sería desprestigiar esta opción y, como en el caso del Monoteísmo, creo que hacerlo supondría tener doble moral.
Todo esto dicho, creo que a la Divinidad le da igual. Es tan tremendamente grande, tan inabarcable, que no podríamos clasificarla aunque quisiéramos. Una de las canciones de mi adolescencia dice «It’s so hard to understand / And often we are blind / But if truth were an ocean / would it fit in the pool of a human mind?» (Es difícil de entender / Y a veces estamos ciegos / Pero si la verdad fuera un océano / ¿cabría en la piscina de una mente humana?). «Dios y Diosa» es una forma de explicarlo, pero no nos quedemos en ello. Como decía Jake Chambers en la saga de la Torre Oscura, «Hay más mundos aparte de éste».
Una útil reflexión. La divinidad, sea quien sea y cómo sea, es incognoscible, y no parece que le vaya a importar mucho cómo creemos en ella, ni siquiera si creemos. Yo a menudo me pregunto más bien si ella cree en mí. Si hago lo posible para vibrar cada vez en mejor sintonía con ella, lo cual también resulta intrincadísimo discernir.