Lo primero que hacemos cuando algo está sucio en nuestra vida diaria, por regla general, es meterlo en el agua o utilizar el agua para limpiarlo. Enjuagar las cosas las vuelve limpias: así lo hacemos con la ropa, los platos, las superficies, y un largo etcétera. Sin embargo, el agua no sólo sirve para limpiar, sino que tiene multitud de aplicaciones mágicas. Vamos a ver unas cuantas de ellas, mientras aprendemos un poco más sobre este elemento.
En Wicca, la aplicación más común del agua es ésta, la limpieza. Un ejemplo de esto es la limpieza de cristales: utilizando agua corriente, por ejemplo un río, podemos purificar cristales y otras gemas para que más tarde podamos cargarlas, entre otras operaciones con otros elementos que se pueden llevar a cabo. El agua «arrastra» las partículas que no deseamos, dando paso a la pureza del material y preparándolo para su uso.
El Agua también está ligada a la sanación. Pensemos que nuestro cuerpo está compuesto por un 70% de agua, con lo cual no es de extrañar que este elemento rija la sanación debido a su doble vertiente: la afinidad con nuestro propio cuerpo y su carácter vital, y la purificación de la que hablábamos más arriba. Todos los fluidos de nuestro cuerpo están hechos con agua y de su fluir depende nuestro buen funcionamiento.
Finalmente, el agua está ligada a los sentimientos. Nuestros sentimientos fluyen diariamente como las olas del mar, y tenemos que aprender a vivir con esta marea de sentimientos. Tras la comprensión de este aspecto de la naturaleza humana, surge el sentimiento de la compasión, el ligado con más frecuencia al elemento agua. Tierra (conocimiento, sabiduría) y agua (sentimiento, compasión) son los dos aspectos tradicionalmente femeninos de los cuatro elementos. El agua nos habla de comprender lo que sentimos para adquirir verdadera sabiduría.
Correspondencias básicas del Agua
– Correspondencia con la Deidad: La Diosa, lo femenino.
– Momento de la vida: Madurez.
– Punto cardinal: Oeste.
– Herramienta Wiccana: El caldero o el cáliz.
– Palo en el Tarot: Copas.
– Características: Frío, Húmedo.
– Cualidades: Sanación, Purificación, Comprensión, Compasión, Sentimiento.
– Color: Azul.
– Representaciones en el altar: Agua, vino, libaciones.
– Signos zodiacales: Cáncer, Escorpio y Piscis.
– Criaturas asociadas: Sirenas, Ondinas y Ninfas del Agua.
Adivinación con el elemento Agua
El agua es uno de los mejores elementos con el que practicar la adivinación porque tiene la capacidad de «sumergirnos» (nunca mejor dicho) en nuestros propios sentimientos, sobre todo cuando estamos confusos.
Uno de las formas de realizar la adivinación con el agua es mediante el uso del «espejo negro», técnica que no discutiremos aquí por necesitar un post para ella sola. De esto sólamente diremos que requiere gran concentración, por ser necesario que se vacíen nuestros pensamientos para realizar esta técnica.
Otra de las formas es combinándola con ceromancia, esto es, haciendo una pregunta en voz alta y echando unas gotas de cera caliente en agua fría, tras lo cual esperamos a que las gotas de cera tomen formas determinadas. Dependiendo de la forma podremos interpretar la respuesta a nuestra pregunta. Como la anterior, esta técnica requiere un post para ella sola.
Purificación con el elemento agua
Una receta sencilla para purificar un espacio es la siguiente:
Consagramos agua y unas hierbas limpiadoras al gusto (por ejemplo ruda, salvia o romero) y hacemos una decocción de dichas hierbas en el agua. Colamos las hierbas y conservamos el agua resultante. Se puede utilizar para purificar superficies (por ejemplo altares) o habitaciones en aspersorio, o también podemos verterla en el agua de fregar el suelo para limpiar toda nuestra casa. Para aquéllos más «modernos»: se puede verter la mezcla en un difusor en spray, y aunque le quite encanto es bastante práctico.
Otra opción que tenemos es tomar un poco de ruda o una mezcla de salvia, romero y sal, consagrarlas y hacernos un baño purificador. Podemos echar directamente las hierbas en el agua de la bañera, o bien meterlas dentro de un saquito cuya tela sea bastante porosa, para que haga las veces de bolsita de té gigante. Nos metemos en el baño y visualizamos cómo todo lo sobrante, lo que no necesitamos, queda en el agua, y nos dejamos secar al aire (o con secador a baja temperatura si hace mucho frío, y no olvidéis que debéis tener al menos las manos secas antes de manipular el secador). ¡No olvidéis sacar las hierbas del saquito y lavarlo una vez usado!