Con cierta frecuencia y según las modas que llevamos siguiendo desde hace aproximadamente 30 años, los Wiccanos expresamos o pedimos nuestras cosas a la Diosa, o le decimos a alguien «Que la Diosa te bendiga». Son los menos los que mencionan a los Dioses, o al Dios. Creo que es importante reivindicar la figura del Dios igual que durante mucho tiempo hemos reivindicado la de la Diosa para hacer posible que la igualdad entre ambos sexos quedara patente en nuestra creencia, ya que muchos de los ahora Wiccanos proceden de otras religiones, normalmente de aquéllas en las que un Dios Padre era la única deidad presente y lícita. Sin embargo, últimamente la tendencia es a darle primacía a la Diosa, como si de una venganza se tratara. Primero de todo, me gustaría aclarar que en las religiones consideradas patriarcales también hay figuras femeninas de gran importancia, aunque el papel de la mujer haya sido pasivo y hasta sucio en dichos cultos.
Sin embargo, y a pesar de estos antecedentes, creo, con gran respeto hacia las tradiciones que sólo veneran a la Diosa, que los Wiccanos no debemos caer en el error de darle primacía a una parte de la Deidad sobre la otra. Hombres y mujeres somos necesarios en la sociedad, y por tanto, no se trata de una guerra por ver quién domina a quién y menos aún de llevar esto al terreno religioso, sino de reflejar la igualdad a la que aspiramos en nuestro culto. Si no queremos un mundo con desigualdades, podemos empezar por nosotros mismos. Otra cosa diferente es que «conectemos» más con una Deidad o más fácilmente con las Diosas o con los Dioses y nos consagremos a su servicio, pero no debemos perder el pie de la realidad de nuestra creencia.
La dificultad para conectar con el Dios de la mujer
Aunque todavía están pendientes de publicarse los datos del censo pagano realizado por PFI España, me aventuraría a decir que la mayor parte de los fieles de Wicca son mujeres. Para muchas de nosotras, es difícil conectar con el Dios porque se nos ha educado a separar el mundo de la mujer del masculino. Aceptémoslo: este mundo es el mismo para todos. Partiendo de esa base, debemos tener en cuenta que en el mundo hay hombres maravillosos que nos hacen conectar con nuestro aspecto masculino, el que todas nosotras llevamos dentro. Ese aspecto también merece ser celebrado, y es lo que hacemos en los Sabbats llamados (injustamente) menores: los solsticios y los equinoccios, donde se celebran las diferentes etapas de la vida del Dios.
Los Sabbats del Dios
El ciclo del Dios en la Wicca es el ciclo del Sol y está íntimamente ligado a las estaciones.
El Dios nacería de la Diosa en Yule (solsticio de invierno), por ser ésta la noche más larga y por tanto la jornada de mayor oscuridad del año, en la que «nace» el Sol y a partir de la cual los días serán gradualmente más largos.
Doce semanas más tarde, tras el festival de la Diosa de Imbolc, celebramos Ostara (equinoccio de primavera), un festival que también tiene connotaciones femeninas pero que está dedicado al joven Dios como patrón de las plantas y los animales que crecen, ya que, recordemos, esta época da comienzo al celo de muchas especies de animales.
Pasando Beltane, celebramos Litha (solsticio de verano), que es el momento en el que el Sol es más poderoso y por ello se celebra el gran festival del Dios del Sol. Con esto da comienzo el verano, pero también es el momento a partir del cual el poder del Sol empezará a disminuir. Tras esto, se impondrá cosechar lo que hayamos plantado durante la primavera, pues el invierno tendrá que llegar.
Una vez que hemos pasado Lammas, llegará Mabon (equinoccio de otoño), que anuncia la inminente muerte del Dios con el invierno que ha de llegar. Es el momento del Dios Padre, del Rey y del Juez.
Aspectos del Dios
En la tradición que sigo, la Wicca Correlliana, se dice que éste, igual que la Diosa, tiene diferentes aspectos. Estos cuatro aspectos (recordemos que el 4 es el número de la manifestación física, que es lo que el Dios simboliza) son los siguientes:
Héroe – Marte, Tyr, Ogun, Horus, Ganesha
Amante – Apolo, Chango, Ra, Vishnu
Rey – Júpiter, Zeus, Amon, Brahma
Hechicero – Mercurio, Plutón, Saturno, Osiris, Shiva
Para saber más:
Correllian Wicca – Lessons for the First Degree. Rev. Don Lewis HP.
Tienes toda la razón… El ciclo del Dios suele dejarse apartado en Wicca, y aunque es complejo seguirlo como mujeres ya que no podemos referirnos a él como el sentimiento de nuestro propio ciclo, no deja de ser importante que lo atendamos. Y hablo en plural pese a que no me autodenomino wiccana porque creo que puede ser aplicable con sus diferencias a otras tradiciones.
Todas las tradiciones paganas entienden la existencia de unos «misterios femeninos» y unos «misterios masculinos», tal y como yo lo veo. Y me parece perfecto respetarlo y comprenderlo. Aún en el caso de no poder compartirlos por ser del género opuesto.
Es un tema muy importante. Sin importar el género. Resulta muy difícil para muchos el acercarnos al ciclo del Sol, y por ende a la deidad masculina, con la misma intensidad que se le dedica a la Diosa. Por un lado es algo cultural: en la Wicca moderna el camino del Dios se ha dispersado un poco, está la cuestión del trasfondo cristiano y el rechazo a cierta idea preconcebida de Dios… y por otro lado creo que hay algo arquetípico psicológico.
El Sol, esotéricamente, representa en gran medida la individualidad, el «yo». Es el «ego saludable». Expresar individualidad… individualidad real, sin máscaras y sin aparentar, no es fácil. Implica «conocerse» a uno mismo, para poder expresarse. La sociedad todo el tiempo juega en contra de esa corriente. La teología judeo-cristiana se apropió de la simbología solar y prácticamente le invirtió el significado arquetípico (diluyendo la individualidad en la insignificancia del hombre frente a Dios). Yo creo que en gran medida estos factores contribuyen al olvido e los «misterios solares» y masculinos. Aún en la Wicca, que en principio tiene un igualitarismo e individualismo de base.
La verdad me pareció magnifico su tema ya que es cierto, yo al principio adoraba mucho a la Diosa, pero conforme pasa el tiempo empiezo a ver también al Dios.
Me encanto la entrada un Saludo, Bendiciones de los Dioses.
Sacerdotisa Sowin
Comento con retraso: Enhorabuena. Muy buen artículo y muy necesario. Voy descubriendo tu blog poco a poco, tu preparación, inteligencia y punto de vista me está reconciliando con la Wicca y ayudándome a no sacar conclusiones precipitadas ni a caer en prejuicios y generalizaciones. Muchas gracias, soplo de aire fresco y buen hacer.
Vas a conseguir que se me suba a la cabeza, jaja.
Un beso, Acara.