Muchos paganos se llaman los unos a los otros «Hermanos», indistintamente de si pertenecen a la misma tradición o sistema de creencias, o no. Es un gesto que es visto de buena educación y como una declaración de buena voluntad, pero siempre hay que tener en cuenta que existen «niveles» o «grados de hermandad» incluso en la misma comunidad. Muchas veces, y debido al uso masivo de los medios de comunicación online y las redes sociales, estos grados de hermandad son independientes de las distancias y responden más a una afinidad personal por vivencias o compatibilidad de caracteres, llegando incluso a una amistad virtual afianzada.

Hermano del Arte

Se suele denominar «Hermano del Arte» al que comparte la creencia wiccana con nosotros. Se sabe que muchos wiccanos llaman a la brujería «El Arte», y por extensión, todo aquél que la practica suele tener más o menos los mismos problemas e inquietudes que tiene todo practicante de Wicca.

De esta forma, cuando alguien escribe en internet «esto lo dedico a todos mis Hermanos del Arte» en realidad lo está dedicando a todos los wiccanos que estén leyéndole, independientemente de si se conocen personalmente o no. Es decir, no tiene por qué implicar una hermandad literal.

Hermano de Tradición

Hay tradiciones cuya concepción de sí mismas corresponde a la de una familia espiritual debido al linaje común. Esto hace que muchos de sus integrantes se sientan como «Hermanos espirituales», hijos de un mismo maestro iniciador o de una misma línea dentro del linaje. Normalmente, debido a los círculos comunes dentro de la tradición, estos compañeros sí se conocen, aunque sea por referencias de terceros.

Hermano de coven o grupo

Finalmente, está el hermano de coven o grupo, que es aquel compañero (o aquellos compañeros) con los que se ofician rituales y con los cuales se participa en los diferentes eventos que el coven realice (siempre y cuando se esté en un coven, claro está). En estos grupos se suelen forjar lazos muy interesantes y fuertes, pues la práctica litúrgica tiende a unir mucho a los integrantes de un grupo. En este caso, el título o la denominación «hermano» es más literal que nunca, pues estas personas suelen compartir mucho tiempo y experiencias juntos.

Estableciendo relaciones de Amistad fraterna gracias a internet

Internet es un escaparate de contactos paganos donde hacer amistades con nuestra misma forma de pensar. Ya no es necesario recurrir exclusivamente a la tradición o al coven para conocer personas paganas, saber qué les gusta, qué corriente siguen o cuál es su grupo musical favorito. En la actualidad, la red social Facebook tiene tal cantidad de grupos y páginas que es común y fácil encontrar espacios virtuales dedicados a deidades, grupos de estudio y páginas web entre otros. Tan sólo con hacernos un perfil es fácil encontrar a paganos que conocen a otros paganos, y crear una pequeña comunidad virtual en la que más o menos todos sus miembros se conocen «de oídas». Esto es, Facebook hace lo mismo ahora (en lo que a relaciones públicas se refiere) que antaño hacía la Tradición para aquellos wiccanos o paganos que seguían un camino iniciático.

Pero estas herramientas no sólo sirven para conocerse de oídas, sino que también se utilizan para aprender, intercambiar opiniones y debatir. De los debates de estas redes sociales surgen interacciones, al principio sutiles, que luego van aumentando en calidad y cantidad, llevando a veces a los usuarios a establecer lazos de amistad fraterna y sana con personas que tienen sus mismas inquietudes y aficiones. Sobre todo para el wiccano solitario, este tipo de interacciones sociales virtuales pueden llevarle a sentirse un poco menos solo y superar la aridez del camino que ha elegido llevar.

Recomendaciones y consejos de uso

Aunque nuestra declaración de intenciones al llamar «Hermano» a alguien está clara (reforzar lazos positivos y de pertenencia a un grupo común de cara a hacer la posible relación mucho más fluida y cordial) está claro que siempre hay que tener precauciones al tratar con personas, sea cual sea su ideología religiosa, y aunque ésta sea la misma o afín a la que profesamos. Si bien es cierto que el ámbito pagano, salvo las guerras de brujas puntuales, es muy sano, debemos tomar las mismas precauciones con los «Hermanos» de los cuales no tenemos una referencia clara o de los que sabemos poco, que las que tomaríamos con cualquier persona en la calle.

Por tanto, no sólo son aplicables aquí las reglas de urbanidad y convivencia normales, sino que también es necesario un poco de cortesía y algo de protocolo si queremos llevar estos contactos iniciales a relaciones de fraternidad de verdad, es decir, a establecer posibles amistades con las personas a las que agreguemos. Es innegable que gracias a estas redes sociales muchas personas toman cafés virtuales, se reúnen, debaten, ríen y comparten, y es gracias a ellas por las que la comunidad se enriquece y aprende día a día. En nuestras manos está utilizarlas de forma responsable, sana y constructiva, más allá de títulos de «Hermano» por cortesía.