Hace muchos años trabajaba como jefa en una empresa de telemarketing. Uno de los compañeros que tenía, que sabía que era wiccana, me llevó un día ante otra compañera a la que le había dicho que yo era «de su misma secta». Resultó ser una chica wiccana con la que acabé teniendo muy buena relación y a la que, años después, acabaría dando clase e iniciando en Wicca Correlliana.
Esto que queda en una anécdota muy divertida que ilustra lo pequeño que es el mundo, me lleva a pensar también en otra cosa, que es la cuestión de si la Wicca es una secta. Yo no puedo ser imparcial a este respecto porque es mi religión. Habrá personas que consideren que sí, lleguen a este post y me digan que soy parcial, bla bla bla. Muy bien, perfecto. Las opiniones son como las rajas del… sitio que empieza donde la espalda pierde su digno nombre: todos tenemos una. Sin embargo, creo que hay que empezar a hablar de esto porque en muchos sitios de internet se dice que la Wicca es una secta. Y se dice sin tapujos, sin anestesia y sin que los wiccanos hagamos el más mínimo intento de decir nada al respecto. Que está muy bien, pero en mi tierra dicen que el que calla, otorga.
Como no me gusta irme al diccionario para definir, porque lo veo por todas partes y queda muy manido, creo que definiré en este escrito la palabra secta como cualquier grupo pseudorreligioso que aísla a personas de su entorno, se aprovecha de ellas económicamente o de otras maneras, y que se suele organizar en torno a una figura de autoridad o gurú. Este tipo de grupos realiza una política de captación muy agresiva para retener y atraer nuevos practicantes, así como suele coartar el libre albedrío y la expresión.
Teniendo en cuenta que a la mayoría de los wiccanos la figura del gurú nos produce urticaria (y de las malas), teniendo en cuenta que es un camino vivencial y que el proselitismo está absolutamente mal visto, creo que ya dejamos de cumplir la mitad de los requisitos. Sin embargo, ¿qué pasa con los conceptos de aislamiento y aprovechamiento? ¿Qué ocurre con las figuras de autoridad que, en ciertas tradiciones, actúan como portavoces, sumos sacerdotes, etc?
Para empezar, no creo que la Wicca aísle a la gente. De hecho, conservo a la mayor parte de los amigos que tenía antes de hacerme wiccana. Trabajo fuera de casa y fuera de la religión, llevo una relación normal con mi familia y no presento mayor problema de socialización que no consista en que de vez en cuando necesito algo de tiempo sola para recargar pilas (por aquello de la introversión). Sí me he encontrado con que alguna gente me ha mirado raro por ser wiccana (o que se han reído, o que han dicho que si estoy en una secta), pero no lo atribuyo a que mi religión me haga tener relación únicamente con gente de dentro. Creo que algunas personas se aíslan de nosotros, especialmente si nos conocen poco, porque lo diferente es raro y lo raro parece peligroso.
El aprovechamiento económico es motivo de fuertes controversias entre los mismos wiccanos. Ésta es la razón por la que muchos grupos tradicionales no cobran por enseñar. Hay otros grupos que, en cambio, piden dinero para mantenerse, cosa que no está bien vista por los primeros. Pero, en cualquier caso, se entiende que ha de ser una cantidad más que asumible y muy lejos de otras religiones (inscritas como religiones y hasta con notorio arraigo en este país, por cierto), que piden un 10% de los ingresos anuales de la persona en concepto de donación. Todavía me sorprende que a nosotros nos tachen de secta por esto y a ellos… no. Pero es lo que decía antes: somos diferentes, raros y, por ello, parecemos más una amenaza que otros más conocidos. C’est la vie.
Por último, las figuras de autoridad. En primer lugar, Papa wiccano no existe, así que no hay sumos pontífices. Aquí cada uno es de su padre y de su madre, la experiencia, personal, y el camino, vivencial. Si estás en un grupo organizado y más o menos haces caso a una persona que ejerce como portavoz, sumo sacerdote o cualquier otro título equivalente, es porque se ha trabajado unas enseñanzas durante mucho tiempo y a ti te gustan (o te convence su experiencia personal). Pero no estás obligado a más lealtad que tener un respeto normal y razonable por las personas con las que compartes el camino, y por lo que te han enseñado, es decir, que se trata más de civismo y buena voluntad que otra cosa, algo que es necesario en todas las relaciones de nuestra vida. Incluso si estás dentro de una tradición (como es mi caso) nadie te pone una pistola en la cabeza para impedir que te marches. No será la primera vez que alguien se marcha y lo único que se hace es desearle mucha suerte.
Esto es como yo lo vivo y como yo lo cuento. ¿Que habrá gente por ahí que diga que somos una secta, que hay que hacer lo que el sumo o la suma diga, que se han pagado muchas cantidades de dinero? Pues seguro, porque siempre hay que decir algo sobre lo que no se conoce o se conoce parcialmente. Pero, al final, lo que ha de quedar en la mente de las personas es que, si no te deja vivir, si te aísla de tu familia y amigos, si te pide el dinero que necesitas para comer, si te obliga a hacer cosas que no quieres hacer, entonces no estamos ante una religión sino ante una secta destructiva. ¿Que para algunos puede ser la Wicca? Para mí son otras religiones que no mencionaré. Todo es cuestión de perspectiva.