Durante un momento me desvinculo de mi otra serie de artículos especiales, la de tabúes en la Wicca, para empezar una nueva. Aunque no soy una experta en religión comparada, me gustaría abrir una ventanita a religiones que han tenido y tienen influencia en la brujería actual, no desde el punto de vista de un erudito, sino desde el de una buscadora a la que, de vez en cuando, le gusta leer sobre este tipo de temas. Creo que comprender que no hay nada nuevo bajo el sol, y que somos herederos de las creencias de personas que estuvieron antes que nosotros, nos ayuda a ver que no existen caminos «verdaderos» o «más válidos», sino sólo personas y caminos, y que esos caminos son orgánicos y están vivos. Así pues, hoy quisiera presentaros una religión, el Yazidismo, que tiene una gran influencia en la Tradición Feri de Victor y Cora Anderson, una tradición de brujería no asociada a la Wicca, y que está vigente a día de hoy. De hecho, el Yazidismo está vivo a día de hoy también.
El Yazidismo se da principalmente en Oriente Próximo y, de hecho, los últimos sucesos políticos en torno a sus creyentes no son especialmente favorables para ellos. Situaciones geopolíticas aparte, se considera que el Yazidismo es una religión de origen pre-islámico. Esto quiere decir que fue creada antes de que el Islam surgiera. Y el Islam surgió en el S. VII d.C., así que os podéis imaginar lo antiguo que es como religión el Yazidismo. Actualmente, sus creyentes son considerados una minoría religiosa, incluso en los países en los que se encuentran presentes.
Su religión se mantiene bastante en secreto, pero se saben ciertas cosas de ella. Por ejemplo, que es una religión que surge como sincretismo, y que tiene como influencia al Zoroastrismo, que surge también en Mesopotamia. Que una tradición como la Feri lo tenga como influencia actualmente, no obstante, no significa que sean o se consideren paganos, de hecho son monoteístas y consideran a su Dios como el creador y divinidad principal. Lo interesante de esto es que el nombre de su Dios, Melek Taus, es «Dios Pavo Real», idéntico al de uno de los dioses principales de la Tradición Feri. Y es más, algunos creyentes de la Tradición Feri han considerado el Yazidismo como uno de sus préstamos históricos, y de hecho incluso algunos consideran a ambas divinidades la misma entidad. Melek Taus es retratado frecuentemente en el arte como un pavo real. Se cree que esto fue un préstamo de una divinidad similar hindú, pues en el actual Irak ese animal no existe.
El Dios Pavo Real es el jefe de los ángeles y para los Yazidistas es la figura central de su fe. Su historia es muy bonita porque ellos consideran que se redimió de alguna manera para crear el universo. Para algunos lingüistas, el nombre «Taus» es un cognado de Zeus, o Dios (del griego Theós). Sin embargo, dicho nombre tiene connotaciones negativas para algunos musulmanes y cristianos, pues consideran que el otro nombre de Melek Taus, Shaytan, es el nombre que los textos sagrados le dan al diablo. Es por ello que han sufrido muchas persecuciones a lo largo de la Historia y lo que han hecho para sobrevivir ha sido «disfrazar» su creencia entre las corrientes religiosas mayoritarias. Y esta historia a los practicantes de brujería tradicional quizá os resulte familiar.
¿Es pagana o no está religión? Honestamente, no creo que los Yazidíes se consideren a sí mismos «paganos». Para un cristiano quizá lo sean, porque básicamente para ellos «pagano» es todo lo que no sea cristiano, pero no tenemos suficientes datos como para saber si realmente son una religión pagana en tanto a la acepción de «habitante del campo» que solía tener. De todas formas, y como acabamos de ver, las terminologías resultan limitadoras y quizá ponerle a algo el adjetivo «pagano» no sea lo más adecuado en el contexto de la religión comparada. En cualquier caso, es un bello ejemplo de que, efectivamente, hasta las tradiciones que consideramos más antiguas y mistéricas tienen algo de religiones que ya existían, y que estamos viviendo en el mundo que crearon nuestros antepasados, dándonos la oportunidad de seguir creando el futuro para quienes vengan detrás. Evitando que tengamos que considerar unas religiones por encima de otras, ya que todas están, hasta cierto punto, emparentadas en algún punto, y todas tienen influencias externas.