Dicen que el saber no ocupa lugar. En realidad ocupa lugar en las estanterías, por tanto el saber acumula mucho polvo. Y tras esta introducción medio cómica me voy a poner seria porque hoy quisiera hablar de la pirámide de los brujos o «los cuatro pilares de la brujería», de la que hablé brevemente aquí hace algunos años. Me gustaría que éste fuera el primero de los cuatro artículos sobre la pirámide de los brujos, que son los cuatro principios básicos en la aplicación del Arte mágico. Siempre desde mi punto de vista, claro.
Como introducción de los cuatro principios, me gustaría comentar que ninguno de ellos es más importante que los demás, aunque a veces las personas tienen más afinidad por uno que por otro y es normal. Si uno de los principios se nos da peor creo que no está de más trabajar en ése que se nos da peor internamente, mediante la meditación, la auto-conciencia y el mindfulness, por ejemplo, de cara a intentar lograr un equilibrio, aunque sin obsesionarse. Por otro lado, me gustaría matizar que estos cuatro pilares de la brujería se encuentran muy ligados al trabajo mágico, aunque su aplicación también puede llevarse a la vida espiritual perfectamente.
Saber es el primero de estos principios. Está ligado al elemento aire, igual que el resto de los pilares de la pirámide de los brujos está ligado a uno de los cuatro elementos. Si recordamos las características del elemento aire nos daremos cuenta rápidamente de qué se trata el principio del saber: es el intelecto, lo racional, el conocimiento.
El conocimiento teórico se aprende, normalmente, leyendo. Ha habido quien ha dicho que yo le doy mucha importancia a los títulos y a los libros. Esto no es cierto y ya lo expliqué y ejemplifiqué aquí, aquí y aquí entre muchos otros artículos. Esto es un camino vivencial, por tanto el camino no se aprende en un libro ni en un curso, el camino no nos lo enseñan ni nos lo dan hecho, sino que somos responsables de él. Lo que sí aprendemos de los libros es la teoría y establecemos una base sobre la que poder construir más adelante. Estudiar es importante, igual que son importantes los demás pasos que hemos de seguir con respecto a la pirámide de los brujos. Lo que pasa es que hoy voy a hablar del conocimiento y ya me centraré en la práctica al tratar el resto de los pilares.
Para ejemplificar lo que supone practicar sin saber voy a poner un ejemplo. Supongamos que me compro una depiladora nueva, sumergible, de las que traen luz incorporada y quitan hasta el último pelo. Al ratito de usarla se enciende una lucecita roja y pienso que se ha estropeado o algo así. Pues no, sencillamente la depiladora se me ha quedado sin batería pero soy tan bruta que no me había leído el manual de instrucciones (basado en hechos reales). Como veis, leer te da más. Nos ayuda a saber por dónde ir en caso de tener alguna duda. Si yo me hubiera leído el manual antes de encender el aparato probablemente me habría ahorrado un minuto de desconcierto. Esto mismo puede pasar en mitad de un ritual. Un minuto de desconcierto en mitad de un trabajo mágico puede suponer perder todo el estado de conciencia alterado necesario para obrar a un nivel espiritual, y que tanto cuesta conseguir sobre todo al principio. Es mejor tener todo bien atado de antemano y para eso se necesita saber.
Y no sólo en mitad de un ritual, también en una práctica devocional. La pregunta más frecuente que nos encontramos los wiccanos por parte de quienes empiezan es «No sé qué hacer, ¿por dónde empiezo?». La respuesta es siempre la misma: lee, investiga, razona, y cuando creas que ya sabes, vuelve a empezar. El conocimiento es esquivo, sobre todo cuando estamos empezando a estudiar porque no existen relaciones emocionales con dicho conocimiento que nos ayuden a «enraizar» el conocimiento con la práctica. Pero todo llega. La documentación es el comienzo, los cimientos, y luego puedes ir poniendo los ladrillos de tu «casita espiritual» poco a poco.
Hay muchísimos libros con los que empezar. Al respecto de esto, escribí un artículo hace unos años que puedes leer aquí. Una vez que ese saber se convierta en práctica, verás que todo va pasando por un ciclo hasta que vuelva otra vez a integrarse y a convertirse en más conocimiento, porque la práctica también lo genera aunque no es teórico simplemente, sino que además tendrá un significado extra a nivel emocional para ti. Y te preguntarás, ¿cuándo es el momento adecuado para pasar de la lectura a la «acción»? Depende de la persona, debes estar atento a ti mismo, y ésa es otra de las partes importantes de este pilar de la Magia: el conocimiento de uno mismo adquirido mediante la introspección y mediante técnicas de auto-conocimiento. Por ejemplo, la meditación. Ser consciente de uno mismo, conocerse, saberse, es igualmente importante, porque sobre todo da mucha tranquilidad mental y eso te permite pensar y actuar con mayor claridad.
Para terminar, como ya he dejado caer arriba, me gustaría decir que esto de la pirámide de los brujos es un ciclo y no es un ciclo a la vez. Es un ciclo porque todo tiene sus ritmos y éste suele ser el comienzo, pero con el tiempo, como en todo movimiento, se genera una inercia y poco a poco el resto de los pilares vuelven a revertir unos en los otros sin importar el orden. Pasan de ser fases a convertirse en pilares verdaderamente, principios a los que volvemos una y otra vez a lo largo de nuestra vida y que nos ayudan a hacer más efectiva nuestra práctica mágica.
Dabuti! Segun tus escrito voy por buen camino pues!
Pues no es lo que buscaba pero igual me puedes ayudar.
Hace algunos días me apareció una pirámide en el pecho justo sobre el corazón, primero en la noche sentí un ligero punzón y me estuvo dolien un poco pero con el paso de los días se me empezó a formar una perfecta pirámide tipo egipcia, con piso y todo.
Yo realmente no me había dado cuenta si no es por mi esposo que noto como se iba formando. Ahora solo a quedado un fantasma, como una cicatriz. Medicamente no me dieron respuesta a porque este suceso
Lo lamento, no soy médico. :/