La teoría de la escasez y el «picoteo espiritual»

Ayer una persona decidió embarcarse en un camino espiritual diferente, y para ello tenía que salir del Templo que dirijo. A pesar de lo triste que me pueda resultar esto, porque vives muchas cosas con la gente que estudia en tu Templo aunque no le enseñes directamente tú, como era el caso, comprendo perfectamente que damos clase a personas adultas y responsables que toman decisiones con respecto a su vida espiritual y tienen todo el derecho a hacerlo. Lo único que puedo desearle a esta persona es suerte, ánimo y seguir dándole mi cariño cuando lo necesite, porque hay relaciones que se forjan dentro del contexto de un círculo y que continuarán aunque ya no forme parte del grupo.

Sin embargo, sí me descorazona bastante que haya quien apunte con el dedo a quien se vaya de un grupo para emprender otro camino. Mucha gente cambia de opinión y nadie les apunta porque son solitarios. ¿Qué pasa cuando estás en una tradición conocida? ¿Es que acaso las personas dejan de ser personas cuando empiezan a estudiar en un Templo? Es obvio que, en la escuela donde doy clases, nos orientamos a personas que desean convertirse en sacerdotes y que consideran que sienten la llamada de los dioses y del correllianismo, pero eso no significa que las personas no tengan dudas. En ese caso, y aunque es verdad que les dedicas mucho tiempo a tus alumnos y que cuando se van se forma un vacío en tu corazón, se agradece que, en caso de dudas, se marchen antes de la iniciación. Al menos no han coleccionado un título ni han jurado sus votos ante los dioses, sino que lo han hecho con la cabeza, el corazón y algo muy poco presente en esta sociedad, llamado sentido común.

Así pues, me duele que se acuse a la gente de «picoteo espiritual» porque en esencia todas las tradiciones que tenemos hoy en día son bastante eclécticas. Sí, me habéis leído bien. Y no me refiero a las wiccanas, me refiero al Paganismo en general. Aunque cada tradición tiene un sabor especial, una cosa que le hace ser única, en esencia hemos tomado cosas prestadas de aquí y de allá. Masonería, Golden Dawn, movimientos nacionalistas, Romanticismo, Teosofía, Antropología, Folclore… el paganismo actual es un puzzle de piezas que las tradiciones ordenan en una composición diferente para dar lugar a un dibujo diferente para cada una. No considero casual que en OBOD se vea mucho de Wicca, igual que no considero casual que el correllianismo tenga correspondencias en común con otras tradiciones. Todos sabemos de dónde viene Greencraft, igual que todos sabemos que a Madame Blavatsky le gustaba lo oriental. Al final, las tradiciones las hemos creado individuos, personas con gustos y animadversiones, personas que tenían diálogos con otras personas y relaciones epistolares, y cuyas relaciones influenciaban su manera de pensar. Ya comenté que mi marido influencia mucho mi forma de pensar, pero no es el único: mis mejores amigos paganos, las personas con las que hablo de estos temas, me influencian también en gran medida. Así sucede para todos.

Por tanto, ¿podemos acusar a alguien de picoteo espiritual por irse de una tradición al considerar que le llama otra, si no ha jurado unos votos ante los dioses? Pues creo que no. Otra cosa muy diferente es la titulitis, de la que ya he hablado bastante en este blog. Ése es el «picoteo» peligroso, porque se utilizan los títulos para ganar poder frente a otros. Es el «yo soy iniciado/a de la tradición x, respétame, que no sabes con quién estás hablando», a modo de amenaza, y sin tener en cuenta los votos que se hacen de respeto ante los dioses, que normalmente implican respeto por los iguales. Sin embargo, reflexionando llego a la conclusión de que las dos actitudes y los dos fenómenos surgen de algo inherente al postmodernismo actual, creo yo, y es una de mis teorías antropológicas favoritas: la teoría de la escasez de Marshall Sahlins.

Marshall Sahlins dijo en los 70 (ya está un poco anticuada la teoría, como veis, pero es muy ilustrativa) que la sociedad del consumo instaura en las personas una sensación de escasez. Al contrario que la cultura de los cazadores-recolectores, que tienen todo lo que necesitan de la madre naturaleza porque no conocen más oferta que la que ella les da, las personas que vivimos en la sociedad capitalista actual vivimos en un impulso y un deseo constante de consumo. Esto es debido a la gran oferta que hay, y por eso comprendo que esto es aplicable al Paganismo actual. Con Templos que tienen página web, tradiciones con blog y escuelas que anuncian públicamente que aceptan estudiantes, es normal que a la gente le pique el gusanillo. Y como somos humanos, nos preguntamos, ¿qué puede tener ése que me pueda interesar a mí? En principio, si la persona se toma en serio el camino espiritual que emprende, aunque sea dejar uno para centrarse en otro y con un afán sincero de aprender, no hay ningún problema, creo yo, para que esto suceda. Sí hay problemas, y está socialmente mal visto, con el que acumula títulos para hacer uso de ellos ante los demás, tal y como comentaba más arriba, ya que se considera que no se toma sus votos en serio.

El único problema que le veo a este fenómeno es llevar la sensación de escasez a nuestro ser interior. En realidad tienes todo lo que necesitas dentro de ti para ser feliz. Las tradiciones y las corrientes paganas son formas de hacerte ver eso, cada una de una manera y un método diferentes. Pero puede pasar que, al ver tanta oferta, nos nublemos y pensemos que lo importante sea el camino que se recorre, el prestigio, la cantidad de adeptos o la seriedad aparente del mismo. Lo importante del camino es recorrerlo y que nos lleve a ver la abundancia que tenemos dentro de nosotros. Que nos haga sentir como a un cazador-recolector del Amazonas, y no como a alguien que vea un anuncio de Coca-Cola y necesite beberse una en ese mismo instante. Que nos ayude a darnos cuenta de que el camino se tiene siempre a nuestros pies, y que la verdadera abundancia reside en el corazón de cada uno, y que muchas veces con eso basta.

One thought on “La teoría de la escasez y el «picoteo espiritual»

  1. Respondiendo a alguna de tus preguntas. No , no se puede acusar a nadie de picoteo espiritual. Usar una palabra como picoteo y darle un sentido tan propia del mundo terrenal, material y razonable hace que no tenga sentido la acusacion en si por lo que todos sabemos ya.
    No se por que pero…. de pronto me viene a la cabeza……………acusar a alguien de ludopata casinero por ser cartomante.

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