De libros de sombras, naturalezas del alma y otras cosas que no importan

Me sorprende, en general, la importancia que todos (también yo) le damos a ciertas cosas cuando practicamos Wicca. Cosas que en un principio parecen de vida y muerte, como por ejemplo cuáles son los supuestos «deberes» del Wiccano, del brujo o del mago de la piruleta, llamadlo x. Para colmo yo soy Correlliana y se supone que nosotros somos los filósofos, así que podéis imaginaros los debates que tengo conmigo misma hasta que llego a determinadas conclusiones.

Estos temas recurrentes pueden ser, por ejemplo, el Libro de las Sombras. Cómo confeccionar un libro de las sombras, cómo tiene que ser de grande, cuántas hojas debe tener, si se hace artesanal o no, si se puede hacer en un archivador o no, si tienes que ponerle una bendición o no, si es el deber del Wiccano seguir un libro de las sombras y un largo etcétera. También hay quien copia textos como la Rede (una de sus múltiples traducciones al español, que personalmente me parecen a cada cual más infame), las trece metas, las leyes de las brujas de 1974, la carga de la Diosa, la carga del Dios, la Runa de las brujas, se copian descripciones de sabbats y esbats… vamos, se hacen una Biblia. Que digo yo, que la mitad se van del Catolicismo porque no les gustan los Cristianos pero al final se hacen una religión de libro como la copa de un pino. Y ahora voy yo y digo que en todos mis años como wiccana (y no llevo pocos) he tenido dos Libros de Sombras, no me he acabado ninguno porque me aburre soberanamente copiar oraciones de internet y al final he optado por un archivador bonito donde voy metiendo hojas secas, algún que otro papel con apuntes y muchos registros de meditaciones. Debo ser la gran vergüenza de la Wicca porque eso de tener un LdS a lo Embrujadas me da bastante igual, creo que es irrelevante y que en realidad, para lo que es la práctica de un sendero espiritual, copiar oraciones de internet no resulta relevante. ¡Si ya te sabes de memoria de qué va cada sabbat, para qué lo copias otra vez! ¿Realmente lo necesitas? ¿Hace una diferencia en tu vida espiritual?

Otra cosa que no importa para nada es el eterno debate de si Dios y Diosa existen y cuál es más importante. O dónde está Dios, dónde la Diosa y quién rige qué. Algunos dirán que Dios rige el cielo y otros dicen que el Tiempo. Otros dicen que Diosa es Espíritu y Dios es materia (espacio-tiempo). Y otra vez, da igual. Necesitamos una explicación para quedarnos contentos y saber de dónde partir, y en eso mi Tradición es experta, pero de nuevo es total y completamente irrelevante. Dios y Diosa son unas cosas con las que intentamos explicar que nosotros veamos el mundo en términos sexuales, porque nosotros entendemos el mundo en términos sexuales. Admitámoslo: el sexo mueve a la especie humana, es más, gracias al sexo y a lo divertido que es seguimos adelante como especie porque no nos reproducimos precisamente por esquejes. La explicación mística es secundaria, no es importante.

Luego está el altar. Que si voy a ofender a los Dioses, que si me han dicho que así no, que si no tengo altar porque vivo en casa de mis padres. Como Wiccano, tu cuerpo puede ser tu altar (pero por favor no te pongas velas encima, que queman) porque para eso es sagrado, y no te va a caer un rayo por no tener un altar si vives en casa de tus padres. Otra cosa irrelevante.

Las vidas pasadas son también bastante irrelevantes. Es verdad que hay gente que ve en ellas una forma de conocerse y eso está genial. Pero estamos aquí y ahora. Sólo vamos a estar como nosotros mismos aquí y ahora. El presente es nuestro regalo (y por eso se llama presente). El cuerpo que vestimos no es una carcasa, por mucho que digan que sí los que hablan de la superioridad del alma. Es un organismo inteligente, preparado tras miles de millones de años de evolución. Es sagrado, y permitidme esta licencia, pero por algo un orgasmo es lo más divino que existe. Me importa muy poco que alguien haya sido Cleopatra en su vida pasada, que haya sido una bruja potentísima de la Edad Media o Santa Teresa, si ahora mismo resulta que es una persona mezquina. Lo especial no es lo que hayamos sido, sino lo que somos ahora.

¿Qué es lo importante?, preguntaréis. Pues tú, yo, nosotros y nuestra relación con el camino. Que este camino se convierta en algo divertido, sagrado, integrador, sanador y desde luego no una fuente de estrés. Que nos permita hacer nuestra vida, disfrutar de relaciones humanas de calidad, de la naturaleza, de nuestra vida personal y profesional, que nos ponga una sonrisa en la cara, que nos ayude a superar los baches emocionales, que encontremos en él un sitio calentito basado en que se trata de algo que nos habla de la conexión con la naturaleza y con nosotros mismos, que ya estamos suficientemente alienados del entorno natural e incluso de nuestro propio cuerpo. Que nos ayude a tomar conciencia para saber que tenemos esta oportunidad, por mucho que hayamos tenido vidas pasadas como Cleopatra. Nos han dado un regalo, nos han dado la rareza de la vida: tomémosla como el regalo que es. Dejemos de quebrarnos la cabeza con cosas que adornan las páginas de internet y que están creadas para hacernos creer que somos superespeciales porque nos hacen creer que somos más de lo que en realidad somos. Cuando a pesar de que somos tan especiales y raros, pasamos por alto que lo somos y necesitamos rodearnos de parafernalia para darnos más bombo.

3 thoughts on “De libros de sombras, naturalezas del alma y otras cosas que no importan

  1. Genial entrada! Muy bueno lo de las velas xDD

  2. Estoy de acuerdo con los que expones y mas cuando con tanta «parafernalia» te ves a un wiccano que pierde su norte en la complejidad y parece que ni el mismo sabe realmente por donde anda la presencia.

  3. Considero que tenes mucha razon en lo que decis. El problema es que a veces las tradiciones imponen mucha tendencia. Yo soy creyente aun de confeccionar un libro de las sombras pero porque a mi me hace sentir comodo tener mis experiencias, rituales, hierbas que siempre olvido, etc. Pero yendo a la realidad del presente, y viendo como estan cambiando todas las religiones, es hora de modernizar y entrar en el pensamiento del nuevo siglo.

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